Buenos Aires
El presidente argentino, Mauricio Macri, enfrentará el domingo la prueba de las elecciones legislativas de medio mandato, que se prevé reforzarán a su coalición en el Congreso y permitirán a la exmandataria Cristina Fernández conseguir una banca en el Senado.
La coalición de centro-derecha Cambiemos, en el poder desde diciembre del 2015, no goza de una mayoría relativa (87 de 257 diputados, 15 de 72 en el Senado), pero logró gobernar mediante alianzas puntuales.
El domingo se renueva la mitad de la Cámara de Diputados (compuesta por 257 miembros) y un tercio del Senado (72 bancas) en Argentina.
"Estamos en el inicio de un largo camino", declaró en un acto el presidente, muy activo en la campaña electoral, al referirse a las dolorosas reformas económicas llevadas a cabo desde diciembre del 2015.
Economía repunta. El crecimiento económico volvió a arrancar y podría alcanzar 3% en el 2017, luego de una recesión de más de 2% en el 2016. En setiembre, el consumo inició una recuperación, tras un año y medio de derrumbe.
"El panorama es bastante positivo. La economía se ha reactivado más de lo que esperábamos", dijo Héctor Rubini, economista e investigador, profesor de la Universidad del Salvador (privada).
Las empresas extranjeras miran expectantes el resultado electoral para decidir sobre el futuro de sus inversiones en Argentina, según Coface, la compañía francesa de seguros para el Comercio Exterior.
El politólogo Fernando Ohanessian estimó que "el gobierno, no terminó de resolver la cuestión económica, pero todo indica que le va a ir bien" en la elección.
"Le ha ido bien políticamente, fue hábil, supo hacer acuerdos con otras fuerzas políticas para sacar leyes, siendo minoría en el Congreso", insistió el analista.
Peronismo fraccionado. Ohanessian atribuye el pronosticado éxito del gobierno en las elecciones legislativas del domingo a "la división del peronismo", y estima que eso "le permite al gobierno consolidarse como primera fuerza política".
El movimiento peronista, fundado en 1945 por el expresidente Juan Perón, está actualmente dividido entre Cristina Fernández, de centroizquierda, y una corriente más centrista, encarnada por el diputado Sergio Massa.
"Si después de la elección, el escenario es un proceso de unión del peronismo, se va a complicar para el gobierno. Si no se reunifica, el gobierno podrá pensar en una estrategia para buscar un segundo mandato" en el 2019, agregó el politólogo.
En la provincia de Buenos Aires, similar al tamaño de Italia, distrito clave con cerca del 40% del padrón, el gobierno temía un amplio triunfo de Cristina Fernández.
Pero esta no logró capitalizar el malestar de los argentinos, cuyo poder de compra se debilitó por una inflación que el gobierno no logra controlar. Los precios aumentaron 40% en el 2016 y 17% en los primeros nueve meses de este año.
"Estamos a tiempo de poner un límite, no dejemos que estas políticas sigan avanzando y endeudando al país. No es cuestión de partidos, es cuestión de sentido común y de Patria", expresó esta abogada de 64 años, en un mitin de cierre de campaña en un estadio de fútbol.
Procesada en varios casos de corrupción, la expresidenta niega que se postule al Senado para gozar de inmunidad parlamentaria.
Fernández tiene asegurada una banca de senadora, pero los sondeos le otorgan una leve ventaja a Esteban Bullrich, poco carismático exministro de Educación.
La viuda de Néstor Kirchner, se presume, obtendrá un buen resultado con una fuerza creada en junio, Unidad Ciudadana, con alrededor de un tercio de los votos, según los sondeos, pero prevalece el deseo de cambio expresado en la presidencial que ganó Macri en el 2015, tras 12 años de gestión kirchnerista.
"El piso y el techo de Cristina es el mismo, es 35%. No podrá ser presidenta nunca más", asegura el sociólogo Jorge Giacobbe, en referencia a la presidencial de 2019.
El expresidente Carlos Menem (1989-1999), 87 años, aspira también a un nuevo mandato como senador de la provincia de La Rioja (noroeste), su bastión político, pese a haber sido condenado a siete años de prisión por contrabando de armas a Croacia y a Ecuador durante su gobierno, violando un embargo internacional.
En Argentina, los fueros parlementarios no impiden el procesamiento o incluso un juicio de un legislador, pero no permiten su detención.