La Paz. AFP. Bolivia se aprestaba a ingresar a la medianoche de hoy, 72 horas antes de los comicios del domingo, a un “silencio electoral” con el cese total de una breve aunque intensa campaña política.
“El 8 de octubre, a medianoche, concluye la propaganda electoral y así se ingresa al silencio electoral hasta el 12 de octubre”, anunció el vocal del Órgano Electoral Plurinacional (OEP), Ramiro Paredes.
Simultáneamente, los gobiernos regionales expedirán un “auto de buen gobierno” que establece limitaciones al derecho de reunirse y una inflexible ley seca, con multas a los infractores hasta del equivalente a $1.000.
El domingo, día de las elecciones , el derecho a la locomoción entre regiones estará también totalmente prohibido.
Ese día, más de 6 millones de bolivianos deberán acudir obligatoriamente, so pena de sanciones, a emitir su voto en mesas de sufragio que funcionarán durante ocho horas en sus respectivos barrios.
Otro vocal del OEP, Marco Ayala, dio a conocer también que mediante un instructivo “se dispone prohibir el uso de equipos electrónicos al ingresar a votar, tales como cámaras fotográficas, teléfonos inteligentes o tabletas”.
La medida tiene como propósito evitar la inducción del sufragio por las redes sociales.
Para orientar el voto, un día antes de la consulta popular se “publicará a nivel nacional y local quiénes son los candidatos (a escaños) de todos los partidos”, puntualizó Ramiro Paredes.
Puestos en juego. Además de elegir presidente y vicepresidente, las elecciones del domingo renovarán totalmente la Asamblea Legislativa Plurinacional (Congreso bicameral), que está compuesta por 36 senadores y 130 diputados.
Tres encuestas independientes mostraron que el presidente boliviano y candidato a la reelección, Evo Morales, tiene una ventaja de 40 puntos porcentuales sobre su principal rival, el empresario Samuel Doria Medina.
Morales, de 54 años, conseguiría un tercer mandato en la primera vuelta electoral si alcanza el 50% más uno de los votos válidos o un mínimo de 40% de los sufragios con una diferencia de al menos diez puntos porcentuales sobre su más inmediato seguidor.