Kiev. AFP. La decisión de los habitantes de Crimea de respaldar masivamente su adhesión a Rusia en un referendo deja poco margen de maniobra al Gobierno ucraniano para recuperar la región separatista, pero seguramente le permitirá consolidar sus vínculos con Occidente.
La península del mar Negro, cedida a Ucrania por el dirigente soviético Nikita Krushchov en 1954 , se encuentra en el centro de uno de los peores conflictos diplomáticos entre Moscú y Occidente desde el final de la Guerra Fría.
La petición de integración de Crimea en Rusia consolida la posición de los separatistas prorrusos, que controlan la mayor parte de las infraestructuras y administraciones de la región.
Frente a ellos, el nuevo poder de Kiev y sus aliados occidentales tienen pocas opciones para impedir al presidente ruso, Vladimir Putin, anexionar Crimea, lo que consideran ilegal.
Occidente podría adoptar ahora una estrategia más determinada frente a Moscú.
La UE anunció ayer sanciones, como restricciones de viaje e inmovilización de bienes, contra una veintena de personalidades de Rusia y Ucrania consideradas responsables del referendo. Estados Unidos podría adoptar nuevas sanciones.
A modo de respuesta, Moscú lanzó una campaña de propaganda mediática que muestra a una Rusia sola frente a los occidentales. Esta imagen hizo que Putin batiera su récord de popularidad de los dos últimos años entre los rusos.
Expulsar a los soldados rusos de Crimea no es una opción para Ucrania. El país cuenta con un ejército regular de 130.000 soldados, frente a los 845.000 militares de Rusia, que, además, es una potencia nuclear.
Asimismo, las propuestas de algunos dirigentes estadounidenses, como el senador John McCain, de otorgar a Ucrania ayuda militar, no hallaría respuesta entre los países occidentales, donde la opinión pública se opone cada vez más a las intervenciones internacionales.
Mas Ucrania podría dificultar la situación a Rusia si rechaza retirar las tropas ucranianas de Crimea. “Si empiezan a utilizar las armas contra nosotros, utilizaremos las armas contra ellos”, dijo el vice primer ministro ucraniano, Vitali Yarema.
La importancia estratégica de Crimea para Rusia es su acceso marítimo al mar Negro y al cercano mar Mediterráneo.
Sin embargo, la región, que cuenta con una economía devastada, depende del gas, la electricidad y el agua del resto de Ucrania.
En Kiev, algunos nacionalistas ucranianos sugirieron bloquear el acceso de Crimea a estos recursos vitales para oponerse a las ambiciones de Rusia.
Sin embargo, si las autoridades ucranianas adoptan esta estrategia, Moscú podría aumentar fuertemente sus tarifas de gas natural.
El nuevo Gobierno de Kiev, sin embargo, mostró su voluntad de sacar al país de la órbita del Kremlin y de aproximar a Occidente a esta nación de 46 millones de personas.
La UE y los dirigentes ucranianos podrían firmar en los próximos días en Bruselas el tramo político del acuerdo de asociación UE-Ucrania.
La negativa del presidente prorruso Víktor Yanukóvich de firmar este acuerdo originó las protestas, que terminaron con su destitución en febrero.
Los occidentales también discuten un plan de ayuda para la frágil economía ucraniana.
No obstante, un acercamiento demasiado rápido de Occidente podría ser contraproducente en las regiones rusohablantes del este de Ucrania, como Donetsk, que ya plantea organizar su propio referéndum de anexión a Rusia.