Madrid AFP Los españoles sancionaron este domingo la “vieja política”, al dar a los conservadores de Mariano Rajoy una ajustada ventaja que complicará la formación de un gobierno, e impulsar con fuerza el partido antiausteridad Podemos, según resultados oficiales.
“Voy a intentar formar gobierno y creo que España necesita un gobierno estable”, afirmó Rajoy tras perder, de forma estrepitosa, la comodísima mayoría absoluta que obtuvo en 2011. Puede verse abocado a un inestable gobierno minoritario por un parlamento muy fragmentado en el que será difícil formar mayorías.
Con el 99,5% del escrutinio realizado, el PP obtenía 123 diputados (28,41% de los votos) en una cámara de 350. Nunca hasta ahora un partido ha gobernado en España con menos de 156 escaños.
Le sigue con 90 diputados el socialista PSOE, liderado por el profesor de economía Pedro Sánchez, de 43 años, que ahonda en su derrota de 2011, cuando obtuvo el hasta entonces peor resultado de su historia (110 diputados).
Y la gran novedad de estas elecciones, las dos nuevas formaciones que irrumpen con fuerza acabando con más de 30 años de bipartidismo de PP y PSOE: Podemos y sus aliados con 69 escaños, y el centrista Ciudadanos con 40 diputados.
Los duros años de crisis y las dolorosas políticas de austeridad, la disparada del desempleo –que llegó a 27% a principios de 2013 y sigue aún en 21,18%– y los innumerables escándalos de corrupción, desataron una crisis institucional que cristalizó en junio de 2014 con la abdicación del rey Juan Carlos I en su hijo Felipe VI y lleva ahora a una nueva generación de políticos al Parlamento.
Nueva etapa. Hoy “se inaugura una nueva etapa política en nuestro país”, dijo el líder de Podemos, Pablo Iglesias, politólogo de 37 años que fundó su partido hace apenas dos años, y vuelve a dar la sorpresa tras haber obtenido cinco eurodiputados en 2014 e impulsado la victoria en mayo de alcaldes “indignados” en ciudades como Madrid y Barcelona.
“Hoy ha nacido una nueva España”, dijo Iglesias. “Se acabó el sistema de turno en España”, en alusión a la hegemonía ejercida hasta ahora por el PP y el PSOE.
Destacó que su formación política obtuvo más del 20% de los votos, lo que supone 69 diputados, aseguró que trabajará para “el blindaje constitucional de los derechos fundamentales” como la vivienda, la educación y la salud pública, en alusión a una eventual reforma de la Constitución.
“Millones de españoles han decidido que esta España va a cambiar”, aseguró el abogado Albert Rivera, de 36 años, líder de Ciudadanos. “Ahora vamos a participar los ciudadanos españoles del cambio político en nuestro país”, agregó.
“Es una victoria del PP, sí, pero podría pasar algo insólito en España: que la fuerza ganadora termine sin gobernar”, explicó el politólogo Jordi Matas, de la Universidad de Barcelona.
Se podría “construir una mayoría alternativa a la derecha”, afirmó Matas, al señalar que los independentistas catalanes, que suman 17 diputados, se pueden ver atraídos por Podemos, tras su promesa de referendo soberanista en Cataluña, donde fue la fuerza más votada.
“Este éxito de Podemos es como el resurgir (...) del poder del pueblo”, se congratulaba con un globo morado en la mano Alejandra Leal, profesora de 29 años, en una fiesta de la formación en Madrid. Desempleada, tuvo que partir como muchos españoles en 2011 en busca de trabajo al Reino Unido, donde integró el movimiento de los jóvenes exiliados económicos.
Estos comicios culminan un año de cambio electoral en el sur de Europa, tras la victoria de la izquierda en Grecia en enero, y la llegada al poder en Portugal, en octubre, de una coalición de partidos de izquierda.
En muchos colegios electorales españoles se respiró vientos de cambio y numerosos votantes mostraban su ilusión ante el fin del bipartidismo de PP y PSOE reinante desde 1982, siete años después de la muerte del dictador Francisco Franco (1939-75).
“Me gustaría que hubiera un cambio, para que el nuevo gobierno mire un poco más la gente de la calle, el pueblo”, afirmaba Juan José Rodríguez, de 43 años, en el popular barrio madrileño de Lavapiés.