Minsk. AFP Ucrania y los rebeldes prorrusos anunciaron la firma de un alto el fuego que entró en vigor ayer, en un encuentro en Minsk, para cesar cinco meses de combates sangrientos en el este de Ucrania, que parecía estar en calma.
“Un protocolo preliminar de alto el fuego ha sido firmado en Minsk y entra en vigor este viernes”, manifestó, en su cuenta oficial Twitter, el presidente Petro Poroshenko, que ordenó al Ejército suspender las hostilidades.
No obstante, el escepticismo prevaleció dentro y fuera del país.
Anders Fogh Rasmussen, secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), quien se mostró escéptico, indicó que, sin embargo, espera que el anuncio de alto el fuego entre Kiev y los separatistas sea el primer paso a un proceso político.
“Saludo el acuerdo si un verdadero alto el fuego puede implementarse, pero una cosa es declararlo, el próximo paso crucial es implementarlo. Espero que este paso pueda ser el comienzo de un proceso político constructivo”, expresó.
Igualmente, el presidente de EE.UU., Barack Obama, dijo que es escéptico sobre el alto el fuego y que hay que esperar. “Obviamente, tenemos esperanzas , pero, basándonos en experiencias pasadas, también somos escépticos; tiene que ser puesto a prueba”, aseveró tras la cumbre de la OTAN en Newport, Reino Unido.
El acuerdo prevé el retiro de las tropas e intercambio de prisioneros, dijo la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), mediadora en acuerdo.
La calma parecía reinar en el este de Ucrania después del acuerdo, pero los habitantes seguían con cierta incredulidad. Según los periodistas de la AFP en el lugar, la situación era tranquila en Donetsk, principal bastión rebelde y escenario de numerosos combates.
El conflicto, que empezó en abril, ha dejado hasta ahora cerca de 2.700 muertos y ha obligado a desplazarse a medio millón de personas. En Mariúpol, una ciudad portuaria del mar de Azov de cerca de 500.000 habitantes, la población es escéptica sobre el alto el fuego.
“No nos lo creemos, pero esperamos que sea verdad”, declaró Elena, de 24 años, que vive en un edificio al lado de un puesto de control. El Kremlin expresó su deseo de que el alto el fuego acordado en Minsk entre Ucrania y los insurgentes separatistas apoyados por Rusia, sea “respetado punto por punto”, dijo el portavoz Dimitry Peskov.
Sanciones. Pese al acuerdo y su entrada en vigor, los embajadores de los 28 países miembros de la Unión europea aprobaron nuevas sanciones económicas contra Rusia, por afectar la soberanía de Ucrania, informó una fuente diplomática.
“Hay un acuerdo de principio sobre las nuevas sanciones y una decisión oficial será tomada el lunes”, declaró un diplomático europeo que pidió el anonimato.
Entre tanto, la OTAN decidió este viernes [[BEGIN:INLINEREF LNCVID20140905_0005]]crear una fuerza militar[[END:INLINEREF]] de despliegue rápido, ante la preocupación de los aliados del este de Europa por la crisis en Ucrania.
Esta fuerza permitirá a la OTAN “mantener una presencia continua en el este del territorio de la Alianza”, manifestó Rasmussen.
Occidente acusa a Rusia de apoyar con soldados y material militar a los insurgentes prorrusos en el este de Ucrania. Moscú lo niega.
“El momento de seguridad que vivimos es más impredecible que nunca: Rusia ataca a Ucrania y hay inestabilidad en Oriente Medio y en el norte de África”, afirmó Rasmussen, quien recordó que “atacar a uno de los aliados, es hacerlo a toda la Alianza”.