Seúl (EFE y AFP).
Cuatro nuevos miembros de la tripulación del buque surcoreano hundido fueron arrestados por presuntamente abandonar la nave sin atender a la seguridad de los pasajeros, detenciones que se suman a la del capitán y otros dos tripulantes, informó la cadena de televisión YTN.
La Fiscalía no ha revelado de momento los cargos concretos con los que serán acusados a los nuevos detenidos.
El capitán del Sewol, que suma más de 300 muertos o desaparecidos desde su hundimiento el 16 de abril, fue detenido el viernes junto a otros dos miembros de la tripulación por abandonar presuntamente el barco en primer lugar, dejando atrás a la mayoría de los pasajeros.
Con el ferry volcado y sumergido frente a la costa suroeste de Corea del Sur, hoy la cifra de muertos confirmados se elevó a 64, después de que los equipos de rescate recuperaran los cuerpos sin vida de otros cinco pasajeros, que corresponderían a jóvenes de 16 y 17 años, a la espera de ser identificados.
Mientras, continúan las operaciones de búsqueda de los 238 desaparecidos, la mayoría estudiantes de un instituto de bachillerato de la ciudad de Ansan.
Del total de 477 pasajeros del barco, 325 eran estudiantes de este centro en la periferia de Seúl, que se dirigían a la isla meridional de Jeju en un viaje escolar.
Se espera que en la jornada de este lunes se recuperen nuevos cuerpos del interior del Sewol, ya que el tiempo es favorable y las olas son suaves, mientras las esperanzas de hallar a alguien con vida prácticamente han desaparecido y es difícil que aumente la cifra de 176 rescatados.
El naufragio del Sewol, que mantiene a todo el país en vilo desde el pasado miércoles, apunta que será una de las mayores tragedias humanas del país en tiempos de paz.
La presidenta surcoreana, Park Geun-hye, estimó este lunes que los actos del capitán y de la tripulación del ferry equivalen a un homicidio.
"Los actos del capitán y de ciertos miembros de la tripulación son totalmente incomprensibles, inaceptables y equivalen a un homicidio", declaró la presidenta en una reunión con altos responsables políticos, según la casa presidencial.
"No solo yo, todos los surcoreanos tenemos el corazón roto, bajo la conmoción, y henchido de cólera", continuó la mandataria.