Nueva Deli. EFE. Un tribunal de Nueva Deli declaró ayer culpables a los cuatro acusados por la violación mortal que en diciembre conmocionó a India, entre una marea de peticiones para que sean sentenciados a la horca.
La corte estudiará hoy la condena contra Pawan Gupta, vendedor de frutas; Mukesh Singh, desempleado; Vinay Sharma, monitor de gimnasio, y Akshay Thakur, limpiador, quienes podrían ser sentenciados a la pena capital por los 13 cargos de los que son culpables.
“Condeno a todos los acusados. Han sido encontrados culpables de violación en grupo, ofensas antinaturales, destrucción de evidencias... y de asesinar a una víctima indefensa”, declaró el juez Yogesh Khanna en una abarrotada sala.
“Estamos contentos con la condena. Ahora esperamos que el juez los sentencie a todos a muerte”, declaró el padre de la víctima, una petición que ha realizado la familia en múltiples ocasiones, al igual que sectores de la sociedad, desde políticos hasta manifestantes.
La Justicia india aplica la pena capital siguiendo el principio “caso excepcionales entre los excepcionales”, para delitos de especial violencia o alevosía.
Los abogados de los convictos recurrirán la condena ya que consideran que sus clientes son inocentes y mañana buscarán la cadena perpetua, la pena mínima para los delitos. “Han sido condenados por la presión política. Los acusados son pobres sin ningún poder”, dijo uno de los abogados, A. P. Singh.
La víctima, una estudiante de fisioterapia de 23 años, regresaba el pasado 16 de diciembre con un amigo de ver una película en un cine cuando subieron a un autobús en el que ella fue violada y torturada por los seis hombres en Nueva Deli.
La joven murió 13 días después. El ataque desató una ola de protestas multitudinarias y dio pie a un profundo debate sobre la violencia que padecen las mujeres en el país.
Ante la magnitud de las protestas, el Gobierno se vio forzado a modificar la legislación y endurecer las penas contra los delitos sexuales y estableció la pena de muerte para las violaciones en caso de la muerte de la víctima o que esta quede en estado vegetativo.
Desde el caso, India vive en un estado de psicosis por las continuas acusaciones de agresiones sexuales que acaparan las portadas de la prensa local e internacional. Esas denuncias han afectado al turismo extranjero en el país, según datos oficiales y de agencias turísticas.