El 14 de febrero de 2013, a las tres de la mañana, el deportista sudafricano disparó cuatro veces a través de la puerta del cuarto de baño de su casa, y mató a Reeva Steenkamp, una modelo de 29 años.
Sus abogados presentarán los hechos como un trágico accidente: Pistorius escuchó un ruido, pensó que un ladrón había penetrado a su casa por la ventana del baño y abrió fuego, pensando que Reeva estaba en la cama.
La Fiscalía, por el contrario, tratará de demostrar que se trató de un asesinato premeditado. Para ello, deberá probar que el comportamiento del campeón amputado de ambas piernas no fue racional: disparar ciegamente sin tratar de identificar quien estaba detrás de la puerta del baño. Pero deberá también encontrar un móvil al crimen, una pelea u otro motivo que haya desencadenado la acción.