México. AFP. La despenalización del aborto hasta las 12 semanas de gestación comenzó a regir ayer en la superpoblada capital de México, donde 14 hospitales públicos están listos para realizar esa práctica, mientras persiste la polémica por la iniciativa aprobada el martes.
Un total de 858 médicos, 1.858 enfermeras, 634 trabajadores sociales y 1.200 educadores darán el servicio en los 14 hospitales públicos designados para una atención estimada de siete casos diarios, indicó el gobierno de la capital mexicana.
“Para hacer la interrupción legal del embarazo estamos preparados en la organización y operación, en los procedimientos, en guías clínicas y hemos preparado el catálogo de medicamentos, material de curación y equipo”, aseguró el secretario de Salud capitalino, Manuel Mondragón.
El sistema de salud capitalino está preparado para practicar los abortos porque ya existían causales para la interrupción del embarazo, como la violación, la inseminación artificial no consentida, cuando está en riesgo la vida de la mujer y por malformación.
La nueva norma, aprobada con los votos del izquierdista Partido de la Revolución Democrática (mayoría en el Parlamento) y otros partidos, permite el aborto con la sola voluntad de la mujer, hasta la duodécima semana de gestación.
En el 2006, se atendieron 7.437 intervenciones en los centros de salud capitalinos, de las cuales 1.672 correspondieron a menores de 19 años y 263 a menores de 15 años.
La puesta en marcha de la iniciativa no acalló las voces de representantes de la Iglesia Católica –culto mayoritario en el país de 103 millones de habitantes– que ha impulsado manifestaciones durante meses para evitar que se votara la despenalización.
La Arquidiócesis Primada de México sostuvo que la aprobación de la medida en esta ciudad de nueve millones de habitantes no constituye “una derrota de la Iglesia, sino de la sociedad mexicana que se está encaminando hacia una creciente deshumanización”.
En cambio, la Red Latinoamericana de Católicas por el Derecho a Decidir recordó que solo en la capital del país azteca muere una mujer cada 50 días por practicarse un aborto clandestino e insalubre.