El canciller alemán, Helmut Kohl, fue apremiado ayer por dirigentes de su propio partido, la Unión Demócrata Cristiana (UDC), para que no finalice su mandato en el año 2002 si es reelegido en 1998, y que ceda su puesto a Wolfgang Schaeuble.
Helmut Kohl designó el miércoles a Wolfgang Schaeuble, presidente del grupo parlamentario demócrata cristiano como a la persona que desearía para sucederlo.
"Es una buena propuesta en principio", afirmó el vicepresidente del grupo parlamentario UDC, Heiner Geissler. "Pero hacer un anuncio para el año 2002 es absurdo, un cambio que se anuncia sólo tiene sentido si se realiza rápidamente, si no, está condenado al fracaso", declara al periódico Bild, que se publicará el domingo.
"No somos una monarquía hereditaria y ni siquiera el Papa nombra a sus sucesores", añadió el político, crítico con el Canciller desde hace tiempo.
El jefe del grupo demócrata cristiano en el Parlamento de Bade-Wurtemberg, Guenther Oettinger, instó al jefe de Gobierno para que ceda su puesto antes del año 2002 en caso de que sea reelegido en las elecciones legislativas de setiembre de 1998. Wolfgang Schaeuble, quien tiene parálisis en las piernas a causa de un atentado, sólo podrá eliminar las reservas que suscita un canciller impedido si demuestra "sus capacidades físicas para llevar a cabo un mandato activo", declaró Guenther Oettinger al semanario Focus que se publicará mañana, lunes.
Nueva candidatura
La pugna por la sucesión de Kohl se da luego que el Canciller comprometió a sus partidarios a apoyarlo en su búsqueda de una nueva reelección en 1998.
Kohl, quien ha sido ratificado en el Congreso como candidato a canciller en las próximas elecciones generales de 1998, reiteró ante sus delegados que, de ser elegido, permanecería en el cargo hasta el final de su mandato, en el 2002.
El Congreso aprobó ayer unánimemente, salvo una abstención, una moción revisada por la dirección.
Esta moción, que representa un esbozo de lo que será la plataforma electoral de la UDC, reafirma la adhesión de la formación a la construcción europea y a la realización del euro (moneda única) respetando el calendario y los criterios de Maastricht.