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Ciudad de Guatemala (AFP). Un nuevo tribunal fue designado el martes en Guatemala para reiniciar el juicio por genocidio contra el exdictador Efraín Ríos Montt, anulado primero por la máxima instancia judicial del país por vicios en el proceso, y rechazado después por los magistrados que debían retomarlo, informaron medios locales.
La sentencia contra Ríos Montt, acusado de matanzas a indígenas durante su gobierno de facto de marzo de 1982 a agosto de 1983, fue emitida por el Tribunal Primero A de Mayor Riesgo el 10 de mayo. La corte presidida por la jueza Jazmín Barrios condenó entonces a Ríos Montt a 80 años de prisión por genocidio y crímenes de lesa humanidad.
Pero diez días después, esa sentencia fue anulada por la Corte de Constitucionalidad (CC), máximo tribunal de justicia en el país, aduciendo fallos en el debido proceso.
La CC devolvió el expediente al Tribunal A de Mayor Riesgo para continuar con el juicio oral y público, pero los magistrados se excusaron de retomar el juicio argumentando que ya habían emitido una opinión y no podían seguir examinando el caso.
El caso pasó entonces a una Sala de Apelaciones, que este martes determinó que corresponde al Tribunal Primero B de Mayor Riesgo, a cargo de la jueza Jeannette Valdez, continuar con el juicio.
Hasta el momento se desconoce la fecha en la que este nuevo tribunal citará a las partes involucradas en el juicio para reactivarlo.
El Tribunal Primero B de Mayor Riesgo que ahora verá el caso ya condenó en marzo de 2012 a 6.060 años de prisión al exmilitar Pedro Pimentel, de 54 años, por su participación en una masacre de 201 campesinos perpetrada en la aldea Dos Erres, departamento de Petén (norte) en diciembre de 1982, una de las peores atrocidades cometidas durante el periodo de Ríos Montt.
Ríos Montt, de 86 años, es acusado como responsable de la masacre a manos del Ejército de 1.771 indígenas mayas-ixiles en el Quiché.
El régimen que presidió entre 1982 y 1983 es considerado uno de los más cruentos de la guerra civil (1960-1996) en Guatemala, que dejó 200.000 muertos y desaparecidos, según la ONU.
