Desde el Primer Batallón de Infantería, situado a 5 km al oeste de la capital, los efectivos militares se desplegaron en los alrededores de la Casa Presidencial, oeste, y el aeropuerto Toncontín, sur, según medios locales.
Según estos, la movilización de las tropas se realizó para prevenir posibles disturbios por parte de organizaciones populares e indígenas que apoyan a Zelaya en su propósito de llevar a cabo la encuesta el próximo domingo.
Con excepción de las organizaciones populares de izquierda, todos los sectores se oponen públicamente a la consulta, que ha sido declarada ilegal por la Fiscalía y la Corte Suprema de Justicia.
En vista de ello, los altos mandos militares se han negado a distribuir las urnas y el resto del material para la realización de la encuesta.
En represalia, Zelaya destituyó ayer al jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, general Romeo Vásquez, y aceptó la renuncia del ministro de Defensa, Edmundo Orellana.
Asimismo, renunciaron los comandantes de las demás ramas de las Fuerzas Armadas, Ejército, Naval y Aérea, en solidaridad.
Zelaya quiere consultar a los ciudadanos si están de acuerdo en votar en noviembre, coincidiendo con las elecciones generales, si se modifica la Constitución para permitir la reelección presidencial.