"Camino de supervivencia” para unos, que recuerdan esta huida desesperada que les permitió salvar la vida, “camino de muerte” para otros, marcados por el recuerdo de los que murieron en los bombardeos serbios y no pudieron alcanzar las zonas en manos de la fuerzas bosnias musulmanas.
La huida de Srebrenica comenzó el 11 de julio de 1995. Entre 10.000 y 15.000 hombres buscaban llegar a Tuzla, en poder de las fuerzas musulmanas.
Pero dos días después de la partida, la columna fue cortada en dos por las fuerzas serbobosnias en la localidad de Kamenicke Stijene, lo que significó la muerte para varios miles de fugitivos.
Srebrenica estaba a punto de caer en manos de las fuerzas serbias de Bosnia, preludio a la matanza de unos 8.000 hombres y adolescentes musulmanes.
“Es una especie de peregrinación que hago cada año para agradecer a Dios el haberme salvado la vida”, confía un sobreviviente, Sefik Begovic, de 37 años.
Como él, de 4.000 a 5.000 personas llegan para iniciar una marcha de tres días, de unos 105 km, a través de las colinas y los bosques de Bosnia, en dirección a Srebrenica.