
CIUDAD DEL VATICANO (AFP) - El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, concluyó este sábado su visita de un día a Italia y el Vaticano durante la cual redujo sus divergencias con los italianos y habló con el papa Benedicto XVI de la grave situación en Irak y Oriente Medio.
Bush, que conversó por media hora con Benedicto XVI, confesó su admiración por el pontífice alemán, quien lo recibió por primera vez en el Vaticano desde que fue elegido pontífice hace dos años.
"Soy presidente de Estados Unidos desde hace seis años y medio y como tal puedo decir que he estado en lugares insólitos y he conocido personas muy interesantes. La experiencia de hoy fue para mí conmovedora", declaró Bush en el curso de una conferencia de prensa.
"Hablé con una persona muy inteligente y que transmite amor", afirmó.
Durante el encuentro con el Papa, los dos dirigentes analizaron la situación política internacional, desde los conflictos en Medio Oriente, la guerra en Irak, pasando por el hambre y las enfermedades que padece Africa y hasta la situación de América Latina.
Benedicto XVI le pidió a Bush que busque una solución "negociada y regional" a los conflictos en Oriente Medio, a la vez que le manifestó su preocupación por la situación en Irak y por las graves condiciones en las que viven las comunidades cristianas en ese país, poco toleradas por los musulmanes.
Pese a la sonora metedura de pata de Bush al llamar en varias ocasiones al al Papa "señor" en vez de pronunciar la fórmula protocolaria "su santidad" como está previsto en estos casos, el presidente estadounidense contó que hablaron de problemas humanitarios.
"Nuestro objetivo es extinguir la malaria de Africa y dar de comer al hambriento", afirmó Bush.
Protegido por un imponente dispositivo de seguridad, en una ciudad blindada con helicópteros que sobrevolaban constantemente el casco histórico, el mandatario norteamericano se reunió luego con el jefe de gobierno italiano Romano Prodi en Palacio Chigi, sede de la jefatura de Gobierno.
Después de una serie de fricciones, Bush y Prodi quisieron recalcar el clima cordial y de amistad existente entre las dos naciones.
"Les agradezco la presencia en Afganistán y el apoyo que han dado para la crisis en Líbano", declaró Bush en el curso de una conferencia conjunta celebrada con el primer ministro italiano.
Italia se comprometió a asumir el mando de la misión de Naciones Unidas en Líbano tras la crisis de hace un año.
"Estoy convencido de que juntos vamos a poder cumplir grandes pasos", declaró por su parte Prodi, quien aseguró que "no existen problemas bilaterales serios" entre los dos países.
Los dirigentes de Italia y Estados Unidos no abordaron ninguno de los argumentos espinosos que dividen las dos diplomacias y coincidieron en declarar que las relaciones entre las dos naciones "son fuertes".
Bush invitó oficialmente a Prodi a Estados Unidos, señalando que "hay que definir aún el calendario".
Prodi, que asumió el poder en abril del 2006, no había sido hasta ahora invitado a la Casa Blanca después de que había decidido retirar a sus soldados de Irak y limitarse a mantener unos 2.000 soldados en Afganistán, lo que Estados Unidos considera insuficiente.
La jornada romana de Bush siguió con una serie de enfrentamientos en el centro de Roma entre las fuerzas del orden y un grupo de manifestantes antiglobalización.
En los enfrentamientos, tres policías y un manifestante resultaron heridos, según medios de prensa locales.
Las vitrinas de un banco y de un restaurante McDonald resultaron dañadas, mientras la policía intentaba dispersar a los grupos de extremistas.
La marcha contra Bush, organizada por militantes antiglobalización y varios movimientos de la extrema izquierda, estaba consideraba de alto riesgo por las autoridades de Roma.
Miles de policías y unidades antidisturbios fueron movilizadas para velar por la seguridad de la capital.
Asimismo, Bush se reunió al final de la tarde con el ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi, firme aliado de Estados Unidos y partidario de la invasión de Irak en 2003 pese a la oposición mayoritaria de la opinión pública italiana.
El encuentro con Bush fue "muy afectuoso", según Berlusconi.
© 2007 AFP