San Salvador. AFP. La violencia generada por la delincuencia común y el crimen organizado deja al año en Centroamérica casi 14.000 homicidios y costos económicos por $6.506 millones, consigna un estudio oficial.
“Las estimaciones en este informe indican que los costos económicos de la violencia en Centroamérica en el 2006 alcanzaron un monto aproximado de $6.506 millones, equivalente al 7,7% del PIB de la región”, dice el estudio.
El informe, titulado “Los costos económicos de la violencia en Centroamérica”, fue elaborado para el Consejo Nacional de Seguridad Pública (CNSP) de El Salvador con base en datos de Policía, Fiscalía y otros ministerios de Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica.
La conclusión clave del texto es que la región se coloca a la cabeza de las subregiones más violentas del Continente y el mundo.
El director del CNSP, Óscar Bonilla, declaró que los costos para afrontar la violencia “se mantienen” en el 2008, por lo que diseñan estrategias públicas en la región para revertir esa tendencia que afecta los presupuestos estatales.
En valores absolutos, los costos mayores de la violencia son para Guatemala, con $2.291 millones, y El Salvador, con $2.010 millones; los costos menores son para Costa Rica, con $791 millones, y Nicaragua, con $529 millones.
“En términos relativos al tamaño de la economía, la situación cambia. En un extremo se encuentra El Salvador, donde la violencia impone un costo cercano al 11% del PIB; en el otro, Costa Rica, con una carga del 3,6% del PIB”, subraya.
En Honduras y Nicaragua, los costos de la violencia son del 9,6% y el 10% del PIB, respectivamente.
En Guatemala, el peso relativo de la inversión para afrontar la violencia es menor al 7,7% del PIB, aún y cuando es el país con los costos mayores en valores absolutos.
En la región se registra una tasa promedio de homicidios superior a 36 por cada 100.000 habitantes y altos índices de otros tipos de violencia: robos y violencia de género.
Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), un índice “normal” de criminalidad oscila entre 0 y cinco homicidios por cada 100.000 habitantes al año.
Cuando el índice de homicidios excede de 10 por cada 100.000 habitantes, una sociedad se enfrenta a un cuadro de criminalidad “epidémica”, la cual ya no puede ser tratada por las vías convencionales.
Como causas principales de la criminalidad en el mediano y largo plazos, el estudio halló nexos con tres grandes conjuntos de variables: condiciones sociales básicas y oportunidades laborales, nivel educativo y el grado de integración funcional en la familia.