
Santiago. AFP. El expresidente peruano Alberto Fujimori, que gozaba de libertad provisional en Chile, quedó ayer bajo arresto domiciliario, un día después de que una fiscal recomendó a la Corte Suprema su extradición a Perú por violación a derechos humanos y corrupción.
La orden de arresto, acogiendo una solicitud del Estado peruano, fue decretada por el juez Urbano Marín, quien reemplaza al magistrado titular del proceso, Orlando Álvarez, quien está con licencia médica.
“Está arrestado en su domicilio”, dijo Marín a periodistas.
“Esta medida tiene por finalidad evitar la fuga del mencionado ciudadano peruano, por lo que su custodia le fue entregada a Carabineros (policía)”, señaló un comunicado del Poder Judicial.
Tras la orden, el exmandatario quedó de inmediato bajo arresto domiciliario en una vivienda del exclusivo suburbio de Chicureo, al norte de Santiago, que no es su residencia habitual, pero que a última hora fue fijada como su domicilio por su defensa.
Hasta ahora, Fujimori tenía como residencia un apartamento de calle Luz, del exclusivo barrio El Golf, en el oriente de Santiago, y a pocas cuadras de la embajada de Japón en Chile.
La casa donde se encuentra arrestado pertenece a un lujoso condominio denominado Hacienda Chicureo, donde se emplazan amplias viviendas sobre terrenos no menores de media hectárea.
Una patrulla policial resguardaba la tarde de ayer la entrada principal del condominio, donde se congregó una decena de periodistas y fotógrafos, y desde donde no se podía divisar la casa en la que está el exmandatario.
Las residencias están protegidas, además, por guardias privados y una cerca eléctrica. Fuentes judiciales señalaron que se aceptó este lugar por “razones de comodidad y seguridad”.
El abogado defensor de Fujimori, Francisco Veloso, aseguró que el exmandatario había recibido “muy tranquilo” la decisión judicial y que por ahora la defensa se reservará el derecho a apelar el arresto, lo que puede hacer en un plazo de cinco días.
El juez Marín estimó que el informe emitido por la fiscal de la Corte Suprema, Mónica Maldonado, quien recomendó su extradición, constituye un “antecedente significativo” para decidir su prisión domiciliaria.
Maldonado recomendó acoger el pedido de extradición por delitos de corrupción y violaciones a los derechos humanos atribuidos a su régimen (1990-2000), entre ellos peculados y desaparición forzada de personas.
En Lima, el presidente peruano, Alan García, ofreció garantías de que Fujimori gozará de un proceso justo en caso de prosperar su extradición.
“Si la justicia chilena concede la extradición, tengo confianza en que el Poder Judicial peruano garantiza total transparencia y objetividad”, dijo.
No habrá circo. “Esto no será un circo como en otras épocas, se hizo con adversarios de otros gobiernos”, subrayó García, quien pidió “no politizar el caso”.
En Lima dos fuentes del entorno de Fujimori, que pidieron anonimato, expresaron su desaliento por la decisión de la fiscal Maldonado, que acogió casi todos los delitos por los cuales el expresidente fue denunciado por las autoridades peruanas.