Luego de conocerse ayer la noticia de su fallecimiento, a los 86 años y en el palacio de Stuyvesant de la capital belga, los medios de comunicación del país destacaron de manera generalizada su pasión y su entrega hacia los más desfavorecidos.
Nació como Doña Fabiola de Mora y Aragón el 11 de junio de 1928 en Madrid, en una familia de la nobleza española.
Enfermera diplomada de un hospital militar católico durante sus años de soltera, poco se conoce de su vida anterior a la boda, más allá de que le gustaba escribir cuentos infantiles, una ironía del destino, pues nunca conseguiría ser madre.
El enlace matrimonial con Balduino I, en Bruselas, el 15 de diciembre de 1960, fue la primera “ boda del siglo ” retransmitida por Eurovisión.
La quinta reina de los belgas se retiró de la vida pública tras la repentina muerte de su esposo en 1993, durante unas vacaciones en España, dejando el protagonismo a su cuñado Alberto II y a su esposa Paola.
Polémica. La soberana volvió a ocupar las primeras páginas de la prensa en 2012, cuando salió a la luz que, con su fundación privada Fons Pereos, en Bélgica, podía evitar que sus herederos pagaran impuestos de sucesión.
La criticada fundación, que finalmente quedó disuelta, podría haber permitido a Fabiola legar a sus sobrinos su capital esquivando el 70 % de gravamen que impone la Hacienda belga a las herencias sin sucesores directos.
A lo largo de los años se había ido encogiendo debido a una artrosis que le obligó a ayudarse primero de un bastón y luego de una silla de ruedas.