Pekín (AFP). La secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, llegó a Pekín el domingo para participar en reuniones con las autoridades chinas durante las cuales se examinarán cuestiones comerciales y amenazas para la seguridad, incluyendo la tensión en la Península Coreana.
Clinton llegó procedente de Shanghai, donde visitó la Exposición Internacional, y durante la noche fue invitada a una cena de Estado por Dai Bingguo, miembro del Consejo de Estado Chino (gabinete).
La jefa de la diplomacia norteamericana y el ministro del Tesoro de Estados Unidos, Timothy Geithner, que se encuentran en la capital china desde el domingo por la mañana, iniciarán dos días de conversaciones el lunes con Dai y con el consejero de Estado Wang Qishan en el marco del Diálogo Estratégico y Económico anual, el foro bilateral de nivel más elevado.
Las tensiones en la Península Coreana saltaron al primer lugar de la agenda cuando una comisión internacional afirmó el jueves pasado que las pruebas indicaban que un submarino norcoreano torpedeó a la corbeta surcoreana "Cheonan" en marzo, matando a 46 marinos.
Se espera que Clinton trate de obtener el apoyo chino para una respuesta contra Corea del Norte, que depende en gran medida del apoyo comercial y diplomático de China, su vecino y principal aliado.
Hasta ahora, las autoridades chinas se han mostrado reticentes a reconocer la gravedad de la crisis.
El domingo Clinton subrayó en Shanghai la importancia de que China y Estados Unidos trabajen juntos en cuestiones semejantes.
"Virtualmente cada desafío importante que enfrentamos en el mundo necesita que China y Estados Unidos trabajen juntos", declaró.
Corea del Norte negó categóricamente las acusaciones de la comisión investigadora y amenazó con una guerra si era castigada por la comunidad internacional. China pidió moderación y dijo que estudiaría el informe de los investigadores.
Las relaciones entre Estados Unidos y China mejoraron recientemente después de un período difícil a principios de año debido a la venta de armas norteamericanas a Taiwán, la reunión del presidente estadounidense, Barack Obama con el Dalai Lama, diversos contenciosos comerciales y la cuestión de la libertad en internet.
Algunos legisladores del Congreso norteamericano acusan a China de mantener artificialmente baja la cotización de su moneda para incrementar sus exportaciones.
La política industrial china que restringe el comercio de Estados Unidos y otros países, así como las persistentes acusaciones de piratería de derechos de autor en el país más poblado del mundo, también están en la agenda.