
Brasilia. AP y DPA. El primer semestre todavía no terminó, pero los datos obtenidos por satélite son desalentadores: el Gobierno brasileño ha perdido en el 2008 la batalla por frenar la deforestación de los bosques amazónicos.
Un informe divulgado por el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (Inpe) reveló que, tan solo en abril, desaparecieron 1.123 kilómetros cuadrados de bosques, una superficie equivalente a la de la ciudad de Río de Janeiro.
El ministro del Medio Ambiente, Carlos Minc, aclaró que los datos son preliminares y podrían estar equivocados porque las imágenes se tomaron cuando las nubes cubrían gran parte del bosque lluvioso, que abarca todo el norte de Brasil.
“No podemos llorar por la selva derramada. Tenemos que tomar acciones concretas para frenar la tala”, afirmó el funcionario.
Minc admitió que las mediciones anuales de destrucción de la Amazonia, que van de agosto a julio, reflejarán en el 2008 un aumento en comparación con el año anterior. Si el año pasado la destrucción fue de 11.000 kilómetros cuadrados, este año inevitablemente será mayor a esa cifra, expresó.
Según datos preliminares del Inpe, de agosto a abril se han destruido 5.850 kilómetros cuadrados del bosque amazónico.
“Y todavía faltan los meses más bravos”, señaló Minc sobre el verano en la región, que va de junio a agosto, cuando aumenta la tala ilegal con miras a preparar los terrenos para ganadería y agricultura.
El Ministro consideró que la presión para destruir el bosque ha crecido en los últimos meses a causa de los altos precios de la carne y la soya.
Anunció que se tomarán acciones para embargar ganado que se detecte siendo criado en terrenos donde hubo tala ilegal.
Al mismo tiempo, dijo que se mantendrá la penalización de toda la cadena de comercialización de productos elaborados en terrenos talados ilegalmente, para los cuales también seguirá la prohibición de obtener créditos de instituciones financieras públicas.
Brasil lanzó en enero una operación de control y represión de la tala ilegal.