Si el primer intento de proyecto de empleo público no fructificó, ¿qué les hace pensar que ahora si podría fructificar?
Estamos hablando de una política, que es una cosa que tiende al ordenamiento (...), su énfasis no está en los aspectos salariales en principio, sino que tiene que ver más con ámbitos de organización, con algunos principios que deberían regir al sector público como totalidad.
”El proyecto que en algún momento se presentó no es insumo de esta política de empleo público”.
Lo que yo entiendo es que la Contraloría quiere tener una política global de empleo público, pero ¿cómo se hace con el tema de la autonomía de las instituciones?
Hay una gran discusión con respecto a la fuerza de la directriz presidencial como instrumento para la ejecución de políticas públicas, pero el grueso de los 288.000 personas que trabajan para el sector público se encuentran en instituciones que sí pueden ser cobijadas por una política nacional de empleo.
¿Qué se entiende por autonomía?
Para nosotros la autonomía tiene que ver con la administración y con la ejecución de las políticas que el Gobierno Central define, hasta dónde llega eso en términos de su planilla es una zona gris.