Seis entidades públicas encontraron en el salario único una vía para controlar el crecimiento de sus remuneraciones.
El sistema también les permite equiparar salarios para trabajadores que hacen una misma labor y ofrecer mejores condiciones a los que ingresan.
Las entidades son: el Banco Central, la Contraloría General de la República, la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep), el Banco Nacional y el Banco Popular. En el Gobierno Central aun no tiene una posición sobre la posibilidad de aplicar el sistema de salario único pero sí se realizará ajustes a los salarios totales en el 2015.
Por su parte, el Instituto Nacional de Seguros (INS) no aplica el salario único, pero creó una sociedad, Insurance Servicios, que contrata personal con el sistema global.
En estas entidades conviven dos regímenes salariales: el único, o global, que es una remuneración total (sin pluses) y el esquema de monto base más pagos adicionales o pluses.
Los sobresueldos, como las anualidades y la dedicación exclusiva, entre otros, difieren en cada entidad y generan grandes diferencias entre las remuneraciones de un mismo puesto.
Para definir los salarios únicos, las entidades hacen estudios de mercado de su sector y procuran ubicarlos cerca del percentil 50 de ese mercado (50% de los trabajadores gana más que eso y 50%, menos).
El salario único es más alto que el sueldo base, pero este último aumenta más en el tiempo conforme se le añaden los pluses.
El tema toma relevancia en medio del fuerte y consecutivo déficit del sector público, que para este año se estima en 5,8% de la producción.
Experiencias una a una. La primera entidad en implementar el salario global, hace casi 16 años, fue el Banco Central y sus órganos.
Eduardo Prado, gerente del Banco Central, explicó que con este sistema el crecimiento de los salarios en el largo plazo resulta más moderado respecto del esquema de salario básico más pluses, al no generarse el efecto multiplicador de los sobresueldos.
Otro beneficio que señaló fue el ofrecimiento de salarios relativamente competitivos para atraer trabajadores, pues con el esquema básico se dificultaba dar una remuneración competitiva al personal que no tenía experiencia en el sector público.
Rolando Coto, director ejecutivo del Sindicato de Empleados del Banco Central, opinó que el salario único es un buen sistema, pero señaló dos dificultades.
Una es que la entidad, al estar dentro del sector público, tiene que acatar la legislación general, la cual a veces no calza con el esquema de salario global. La otra es que al tener trabajadores con ambos sistemas se puede generar un desestímulo para una parte.
Al Central le siguió la Contraloría General de la República, a partir de octubre del 2007.
En una respuesta escrita, la Unidad de Potencial Humano de esta entidad explicó que con el salario único se reducen los trámites, ya que no hay que realizar estudios individuales.
Agregó que el impacto presupuestario se notará en el largo plazo.
“Se debe tomar en cuenta que la modalidad supone un costo superior durante los primeros años, hasta encontrar un punto de equilibrio respecto de ambos esquemas y, a partir de ese momento, se empiezan a generar ahorros; esto, debido a que si el funcionario estuviese con pluses ganaría mucho más a partir de ese momento”, dijo la Contraloría.
No fue posible tener la opinión de Róger Martín, presidente de la Asociación de Profesionales de la Contraloría.
A la lista de entidades le sigue la Aresep. Por medio del departamento de prensa, la entidad explicó que la escala de salarios globales genera ahorros importantes en el pago de remuneraciones.
Por ejemplo, en el primer semestre del 2014, la entidad tenía 13 profesionales 5. De ellos, los que tienen salario base más pluses ganan entre ¢1.645.400 y ¢2.523.371, mientras que los están en el sistema global reciben ¢1.645.400.
Édgar Cabrera, secretario general del sindicato de la Aresep, prefirió no emitir criterio, pues realizan un trabajo sobre esto.
En el sector financiero. El Banco Nacional también adoptó el salario global en febrero del 2011 y es el que hoy tiene más funcionarios en este esquema.
Para Maritza Fuentes, directora corporativa de Desarrollo Humano del Banco Nacional, el esquema les ha permitido ser más competitivos para atraer a trabajadores y bajar las provisiones por vacaciones y cesantía.
El caso del INS es diferente, pero también permite bajar costos.
“Se han generado ahorros por más de ¢63.000 millones desde el año 2009, fecha de creación de Insurance Servicios S. A., lo cual ha coadyuvado a mantener el alto grado de participación en el mercado de seguros a pesar de la apertura del sector en el 2008”, comentó el gerente de la subsidiaria, Bernal Alvarado.
Del lado sindical, José Luis Soto, secretario general de la Unión de Empleados del INS, explicó que están abiertos a la revisión de costos del Instituto, salariales y no salariales, para lograr mayor competitividad.
En el caso de Insurance Servicios, aseveró que hay unos 600 trabajadores de los 1.511 que son, para él, funcionarios del Instituto que han negociado su incorporación a la planilla del INS, aunque son conscientes de que hay que revisar el impacto económico que eso tendría.
En el Banco Popular, el salario único fue incorporado en la convención colectiva a partir del 27 de junio del 2001, pero no fue posible tener mayor detalle.