México AFP El triunfo de Donald Trump golpeó al peso y preocupa a economistas que temen una recesión en México, pero algunos esperan aprovechar el dólar fuerte: la industria del turismo y comercios fronterizos.
Este fin de semana se realizó en todo el país un programa de rebajas impulsado por el Gobierno Federal llamado “Buen Fin”, con el objetivo de incrementar el consumo previo a la temporada navideña. En 2015, los negocios registrados en ese programa lograron ventas por $4.000 millones, según la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef). Para este año se espera un alza en las ventas del 5%.
En las ciudades de la frontera con Estados Unidos, Vicente Yáñez, presidente de la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio, estima que “los americanos con su dólar caro van a venir a aprovechar las ofertas del ‘Buen Fin’ y se van a gastar aquí lo que gastaban en el Black Friday ”.
Otro sector beneficiado con la volatilidad cambiaria, es el turismo, explicó Julio Castañeda, presidente de la Asociación Mexicana de Agencias de Viajes: “Vemos que va a ser bueno" un peso depreciado”.
Por una parte, “el hecho de que los mexicanos que no puedan viajar al extranjero, incrementará el turismo nacional” y, por otro lado, el número de vacacionistas extranjeros y estadounidenses “también se va a incrementar, por la situación del dólar”.
Sin embargo, no existe el mismo optimismo para el resto de la economía. El Banco de México aumentó su tasa de interés en 50 puntos básicos, para llevarla a 5,25% y calmar a los mercados después de que la moneda mexicana superara la barra de los 20 pesos por dólar, luego del triunfo de Trump.
México sufrirá si Trump cumple con sus amenazas coincidieron Jonathan Heath, asesor económico de la Cámara de Comercio de Estados Unidos en México, y Guillermo Aboumrad, director de Estrategias de Mercado de la casa de bolsa Finamex.
Heath contempla dos escenarios: si Trump no cumple sus amenazas, “nos llevaría a un crecimiento económico del 1,5% del PIB, pero si cumple con darle un impuesto de 35% a las exportaciones de autos, que es el sector más importante de la manufactura de México, allí sí sin duda nos iríamos a una recesión”.