La Asociación Nacional de Industriales del Frijol (Anifri) y el Consejo Nacional de Producción (CNP) difieren sobre los datos de la producción nacional de ese grano.
El choque se dio luego de que Anifri presentara ayer las cifras de un censo solicitado al Programa de Educación Permanente de la Escuela de Agricultura de la Región del Trópico Húmedo (Earth).
Según ese censo, que consistió en una verificación en campo de los datos oficiales del CNP, en la zona norte del país hay 386 productores menos que los incluidos en las listas de la entidad y que reciben boletas para acreditarlos como tales.
La verificación en cada finca se hizo en los cantones de Los Chiles, Upala y Guatuso, más el distrito de Santa Cecilia de La Cruz.
Óscar Quirós, jerarca de la Dirección Agrocomercial del CNP, dijo que no tienen aún la base de datos del censo de la Earth para hacer la comparación técnica. Quirós reconoció que Anifri les presentó los resultados, pero no todo el documento, y aseguró que lo revisarán con cuidado.
Jorge Chaves, tesorero de la Cámara Nacional de Industriales de Granos (Caningra), otra organización de la industria, prefirió no referirse al tema pues no conoce el documento de la Earth y de Anifri.
Diferencia. Mario Piedra, coordinador del Programa de Educación de la Earth, afirmó que la diferencia en los datos de producción es de entre 4.500 toneladas y 6.000 toneladas por cosecha.
Eso implica, agregó Piedra, que ese frijol que no se cosecha en Costa Rica entra de contrabando por la zona norte y se nacionaliza.
Según Alejandro Monge, director ejecutivo de Anifri, este negocio mueve anualmente unos 200 contenedores del grano, lo cual deriva en alrededor de $4,3 millones por año.
Para Quirós, el ingreso ilegal de grano por la zona norte es reconocido desde hace mucho tiempo, pero está estimado en unos 10.000 quintales (unas 460 toneladas).
Costa Rica produce entre el 25% y el 30% del frijol que consume. Se requieren alrededor de 49.000 toneladas métricas anuales para satisfacer la demanda.
El faltante se trae del exterior y no se paga el arancel, establecido en un 30% para el frijol negro y el 20% para el rojo.
Las importaciones se reparten entre 14 industrias proporcionalmente al volumen de sus compras de cosecha nacional.
Así se hace desde el 21 de agosto del 2009, con base en la cláusula de desempeño.
Según Anifri, una cosecha inflada hace que se importe menos grano legalmente y que ingrese más de contrabando. Eso perjudica al fisco con menos impuestos, y al consumidor, porque el grano importado es más barato, explicó Monge.