La fuerte caída en los precios internacionales del petróleo amenaza el auge en el cultivo de palma en Costa Rica, pues un incremento en el área de siembra se dio por la expectativa de más demanda para el biodiésel.
El aceite de esa planta es la principal materia prima para hacer el biodiésel, biocombustible cuya demanda sube cuando hay precios altos del crudo.
El 19 de julio del 2013, el precio del barril del petróleo de referencia en Estados Unidos estaba en $108,05. Todavía se tenían altas expectativas en el uso de biocombustibles, pero ayer la cotización de ese crudo cerró en $48,53 el barril, lo cual baja las opciones a los productos distintos a los de origen fósil.
La estimación de una demanda creciente para combustible provocó un crecimiento promedio anual de la siembra de palma de un 9% en Costa Rica, en los últimos tres años.
En el 2011, Costa Rica tenía 60.000 hectáreas con ese cultivo y el año pasado cerró con 77.750 hectáreas, según la Secretaría Ejecutiva de Planificación Sectorial Agropecuaria (Sepsa) del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG).
Según esa misma fuente, la producción de aceite crudo pasó de 241.500 toneladas en el 2011 a 312.944 toneladas en el 2014.
La expansión se dio en varias zonas, como el Caribe. Incluso se cultivó en regiones que no tienen condiciones agroecológicas adecuadas, como puntos de Puriscal y de Pérez Zeledón, según Alonso Acuña, coordinador del programa de palma del MAG.
Esta actividad se desarrolló tradicionalmente en las regiones del Pacífico Central y Sur.
Causas. En el aumento del área influyó también, dijo Acuña, la necesidad de productores –particularmente ganaderos– de usar tierras que estaban subutilizadas en otras actividades.
Además, una planta de palma tiene una vida productiva de 25 años y, aunque los precios bajen, de alguna manera las industrias garantizan que reciben la producción, dijo Acuña.
Esa actividad agrícola es también atrayente porque una plantación se mantiene en producción durante 25 años y su mantenimiento no es complicado, coincidieron Acuña y el presidente de la Cámara Nacional de Agricultura y Agroindustria (CNAA), Juan Rafael Lizano.
Empero, la caída en los precios internacionales, probablemente, causará problemas entre los productores, advirtió Lizano, quien también es productor de palma.
En marzo de este año, ese valor mensual estaba en $607,65 por tonelada métrica y en agosto pasado bajó a $484,68 la tonelada, según la página web Index Mundi.
El dirigente señaló que si no se logra incrementar la productividad por área, de seguro viene un problema con los productores.
Ese incremento de los rendimientos; no obstante, depende de los ingresos de los productores para invertir en sus plantaciones. Pero el mercado redujo las ganancias, adujo Acuña.
Agregó que la enfermedad llamada “mal de la flecha seca” también disminuyó los rendimientos en las últimas cosechas.