
La refinería de Recope, ubicada en Moín, Limón, estará paralizada durante tres semanas por falta de dinero para comprar petróleo.
La escasez de efectivo para pagar las importaciones de hidrocarburos obligó a la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope) a posponer la llegada de un embarque con 295.000 barriles (el barril tiene 159 litros) de crudo.
El arribo del barco estaba programado para este mes, pero fue trasladado para agosto, cuando Recope espera contar con efectivo. Esto dejó la planta sin suficiente crudo para procesar.
La refinería de Moín, única con que cuenta el país, procesa diariamente 18.000 barriles de petróleo, un 36% del consumo nacional, estimado en 50.000 barriles al día.
Recope alega que la lentitud del mecanismo de fijación de precios establecido por la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep) ha impactado en los flujos de caja de la empresa.
De octubre del 2007 a junio del 2008 los desfases han provocado que la empresa deje de percibir ingresos por ¢32.000 millones.
La situación este año se ha complicado por las constantes alzas en los precios internacionales de los hidrocarburos. Ayer, el barril de crudo estaba en $124,73.
Insiste en alza. Para recuperar los recursos no percibidos por el retraso en el ajuste, la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope) le pidió a la Aresep un aumento extraordinario de ¢24 por litro en todos los combustibles, durante un período de seis meses.
Sin embargo, la Aresep rechazó la petición y ordenó a Recope presentar un estudio ordinario de precios que incluya toda la información contable, financiera y operativa de la empresa.
Si el ente regulador finalmente aprueba el aumento propuesto, los recursos empezarían a llegar a Recope a mediados de setiembre.
Mientras tanto, la Refinadora acudió a otras medidas como la reprogramación de inversiones y recorte de gastos.
José León Desanti, presidente ejecutivo de Recope, descartó que la paralización temporal de la refinería tenga algún impacto en los precios que paga el consumidor.
Desanti dijo que, si bien refinar es más barato que comprar producto terminado, la empresa no está incrementando las compras de estos últimos pues utiliza combustibles que tenía en reserva.
“Por ahora se reprogramaron las compras y se bajaron los inventarios de cada producto terminado y de crudo, pero ya no podemos repetir esas medidas”, manifestó el jerarca de la Refinadora.
De acuerdo con Recope, el costo de traer productos terminados es mayor que el de importar crudo para refinarlo aquí.
Solamente en el primer semestre de este año representó un ahorro de $8 millones.
Paro adelantado. La Refinadora informó de que la paralización de la refinería será aprovechada para realizar trabajos de mantenimiento en la planta programados para noviembre.
“El paro es para garantizar el suministro de producto terminado a los costarricenses (gasolina y diésel) dada la situación del flujo de caja”, señaló la empresa.
Para noviembre próximo, Recope había planeado sacar de operación la planta durante dos meses y medio para darle mantenimiento, algo rutinario cada año.
Como aprovechará esta coyuntura para adelantar algunos de esos trabajos, el paro de noviembre será por un período menor. Esto permitirá compensar los costos, según la empresa.
Asimismo, el jerarca de Recope indicó que el personal de la refinería no permanecerá ocioso durante estas tres semanas pues todos colaboran con el mantenimiento.
Recope tiene en Limón a unos 400 empleados. De ellos, 200 trabajan en la refinería y el resto se distribuye entre el muelle petrolero, el plantel de almacenamiento, estaciones de bombeo y ventas.
