El sueño mundialista de la Selección Infantil acabó esta tarde con la derrota por la mínima ante Bélgica.
Costa Rica pagó el alto precio de un error y se despidió de la cita desde la etapa de los cuartos de final, el máximo eslabón escalado en un torneo de este tipo.
Equivocarse en la salida le costó a la Tricolor quedar contra la pared desde el minuto 26. El arquero Alejandro Barrientos forzó el pase al centro hacia Daniel Villegas, este tuvo que cometer falta para frenar a un rival y la acción terminó en tiro libre.
Dante Rigo cobró de forma impecable el lanzamiento y derribó la meta costarricense para la única diana del compromiso.
Bastó una mínima desconcentración para que los nuestros tuvieran que remar contra corriente un juego que tenían controlado, pero que nunca lograron empatar, por más intentos que generó.
Si bien antes de la anotación los europeos habían acosado la guarida tica, sus argumentos no eran tan contudentes para ser superiores.
Inclusive el capitán Luis Hernández estuvo muy cerca de abrir el marcador en un doble intento sobre el arquero Jens Teunckens.
Tras la anotación, los pupilos de Popeye Herrera perdieron la comodidad en el campo y dejaron de asegurar el pase como lo estaban haciendo previamente. Pasaron al menos diez minutos para que la escuadra nacional se acomodara pero el cambio no le permitió irse al descanso con el empate.
La estadística al caer el telón de la primera parte reflejó la insistencia tica, con cinco remates directos a puerta contra dos del rival, pero de nada valió porque los europeos no perdonaron.
Bélgica aplicó el viejo truco de perder tiempo y carcomió segundos en su afán de defender la ventaja. Su arquero fue un especialista al sostener el balón y meter el juego en el congelador.
Además los europeos reforzaron su bloque defensivo y cerraron todos los espacios posibles, aunado a ello, a los costarricenses les faltó penetración.
Con la Sele abierta en pos de igualar la pizarra, la escuadra patria quedó expuesta a recibir un segundo tanto, puntualmente de contragolpe. De no ser por la intervención de Pablo Arboine, en el 58', Barrientos hubiera sacado el balón de su arco tras una clara ocasión de gol belga.
El equipo europeo acomodó el juego a sus intereses, la Infantil cayó en sus redes y no pudo encontrar la receta para nivelar la pizarra. Cuando pudo hacerlo, perdonó.
En el 81' Arboine falló solo frente al arco tras recibir un centro que, primero impactó en el poste, pero para mala fortuna la pelota pasó a un costado.
La tensión fue máxima al cierre con Costa Rica volcada al frente y Bélgica sudando de angustia. Los del Viejo Continente tuvieron suerte de que el balón no ingresara y al final salieron con los brazos en alto en señal de victoria.
A fin de cuentas, la equivocación del primer tiempo resultó costosa y dolorosa para un equipo que se entregó con hidalguía y dejó una imagen positiva.