El nuevo estratega de la Sele , Óscar Ramírez, lucha contra el reloj para reparar las grietas que mostró el equipo durante el 2015 y así lucir una estructura sólida ante Brasil el próximo sábado.
El timonel trabaja a doble sesión, enfocando las dos prácticas en el trabajo táctico.
No es para menos. De una radiografía estadística realizada por La Nación , se evidencia que la Tricolor mostró seis falencias en la estructura defensiva y ofensiva durante los nueve juegos disputados en este año.
La primera retrata muy claro el panorama actual: la Mayor generó 39 oportunidades en ataque, pero permitió que le llegaran a su arco en 66 oportunidades. Casi el doble de ocasiones de gol.
Esto quiere decir que la Nacional ha sufrido en el trabajo defensivo, pero tampoco muestra una solvencia en el ataque.
Esto va de la mano con el segundo aspecto: la Sele recibió más goles de los que logró anotar. El promedio de tantos encajados es de 1,2 por juego, mientras que el de goles celebrados es de apenas 0,7 por compromiso.
Bien dijo el extécnico británico Jock Stein que “el mejor sitio para defender es el área contraria”. Costa Rica padece en la retaguardia y aún no encuentra su mejor versión en la ofensiva.
“Nos estamos acoplando a la idea de Óscar, más que todo cuando tenemos la posesión de balón. Además, se está trabajando la parte defensiva en el bloque y la presión”, comentó el defensor Giancarlo González, en declaraciones al departamento de comunicación de la Fedefútbol.
El tercer punto refleja lo poco que se aprovecharon las bandas en estos nueve juegos, ya que el equipo patrio no logró generar ni una sola anotación mediante las descolgadas de los laterales.
En el Mundial de Brasil 2014, creó dos de sus cinco goles por esta vía, gracias a la eficacia en los centros de los carrileros Cristian Gamboa y Júnior Díaz.
Claramente, la materia prima está presente pero falta pulir el libreto táctico para sacarle mayor provecho a los costados.
El poco provecho que se le dio a las bandas es una secuela del cuarto punto: de los siete tantos que se anotaron, solo dos se produjeron elaborando juego en la mediacancha. El resto se anotaron gracias a la táctica fija (3 goles) y el juego largo (2).
La muralla. En defensa, Óscar Ramírez puede estar tranquilo con el trabajo que se realiza por el costado derecho, ya que no cayó un solo gol por el lado que habitualmente defiende Gamboa.No obstante, el quinto criterio apunta al centro de la zaga y a la banda izquierda pues son las zonas con más problemas en el engranaje nacional, ya que por ahí pasaron el 72% de los goles.
Esto quiere decir que ocho de las 11 anotaciones rivales entraron por esas vías, mientras los otros tres fueron de táctica fija.
Para controlar el balón parado, Machillo reforzó su cuerpo técnico con el analista de videos Keylor Reyes, quien se encargará de conocer a fondo las jugadas de bola muerta de los adversarios.
“Este es un trabajo muy detallado. A veces pasa que no se estudia bien una jugada y después nos anotan por ahí y eso duele. Keylor se encargará de esa parte”, explicó el estratega de la Mayor.
El último desafío del entrenador será fortalecer el bloque, en gran medida, porque la mayoría de los goles que recibió la Nacional por el centro se dieron debido a que la línea media estaba muy separada de la zaga central.
El regreso de Yeltsin Tejeda, ausente en Copa Oro por lesión, puede colaborar a que el funcionamiento atrás sea más eficaz.