
Los seleccionados recién desayunaban; estaban a un día de enfrentar el juego clasificatorio a Rusia 2018, ante Honduras, sin embargo el cotejo no acaparaba todos los pensamientos de los futbolistas.
Cristian Gamboa llamó a su casa en Guanacaste; Bryan Oviedo le envió un mensaje a sus hermanas, Jessica y Vilma, en San Carlos; mientras Keylor Navas, también por texto, preguntó por sus abuelos en Pérez Zeledón.
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La incertidumbre y angustia fueron ayer las sensaciones protagonistas en el camerino de la Selección Nacional.

El equipo patrio vivió un día lleno de llamadas, mensajes de WhastApp y zozobra, pero a diferencia de los administrativos, ellos estaban preocupados por sus familiares, no por un simple partido de fútbol.
En la Fedefútbol intentaban resolver con comunicaciones a Suiza si se jugaba ante los catrachos; empero, el lateral Gamboa hablaba a Guanacaste, hasta tres veces en la mañana, para ver cómo estaba su abuelita materna, María Mora, quien vive cerca de un río.
Desde el día anterior a las 10 p. m. el defensor le pidió a sus padres que se llevaran a doña María para su casa, ya que le daba temor que pasara algo.
Antes del mediodía Cristian pudo hablar con su 'tita' y desde ahí volvió la tranquilidad, misma que no disfrutaban en las oficinas de la Federación ya que en ese momento el ministro de Seguridad, Gustavo Mata, anunció que la Fuerza Pública no estaría en el encuentro eliminatorio.
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El corre corre de Rodolfo Villalobos, presidente de la Federación, quien llamaba y mandaba mensajes a las oficinas de la FIFA, en Zúrich, y a su homólogo hondureño, Jorge Salomón, se comparó con el constante tecleo, en su celular, del arquero Keylor Navas.
El portero del Real Madrid se informaba sobre las afectaciones en los pueblos de Pérez Zeledón, General Viejo y La Palma, debido a que él los conoce muy bien porque en esos potreros jugaba cuando era niño, además de que están a escasos tres minutos de donde viven sus abuelos, Juan Gamboa y Elizabeth Guzmán.
Luego de enterarse de que su familia estaba bien, el cuidapalos instó a sus familiares a elevar una oración por aquellos afectados por las lluvias.
Óscar Ramírez, técnico Tricolor, comenzó a notar lo que sucedía en su grupo y fue claro con el jerarca de la Fedefútbol de que prefería posponer el partido; la idea de jugar el sábado comenzó a agarrar fuerza.
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Bryan Oviedo indagaba con sus hermanas, Vilma y Jéssica, cómo estaba San Carlos. Pero, también tenía la duda de si Jéssica lo iba poder ver en vivo en el Estadio Nacional.
La hermana de Oviedo debía trasladarse, el viernes, de la Zona Norte hasta La Sabana y la carretera por San Ramón está llena de derrumbes.

Entre recomendaciones de rutas alternas, la opción más fuerte era no venir... El anuncio de la Federación de que el juego se pasó para mañana las 4 p. m. lo tranquilizó.
Cuando cayó la tarde se impuso la razón y como dijo Navas: 'Algunas veces hay que dejar el fútbol de lado'... Ayer, sin duda, era una de esas veces en que no era lo más importante.
