El favoritismo solo está en el papel. Esta tarde una enorme Selección de Costa Rica se le plantó a Francia y por primera vez la Sele está en el quinto juego en un Mundial Sub-17.
Fácil no fue, nadie lo aseguró, pero lo que no cabe duda es que los jóvenes ticos dejaron en el alma en el terreno de juego. La Sele corrió, metió el pie como las grandes y demostró que el fútbol de Costa Rica está para grandes cosas.
Una vez más, y a poco más de un año del histórico Mundial de Brasil 2014, una Selección de Costa Rica vuelve a sorprender al Mundo, esta vez ante el campeón de Europa. Esta vez ante Luca Zidane el hijo de Zinedine Zidane.
En la primera parte Costa Rica entró espectante, cautelosa, controladora. Los nervios hacían que los seleccionados estuvieran imprecisos en el pase final. Francia ni por asomo era el rival que aplanó a sus rivales en la primera fase.
Con gran categoría se superó el primer tiempo y en el segundo tiempo la Sele sacó la casta y casi en tiempo de reposición se dejó la victoria. Al minuto 92 un balón se estrelló en el palo y casi esos once héroes nos ponen a celebrar. La recompensa llegaría pocos minutos después en una tanda de penales extraordinaria.
La Sele se plantó frente al arco de Luca Zidane y uno a uno los ticos anotaron. Primero fue Córdoba, después Juárez, luego Arboine, el cuarto fue Reyes y con gran categoría cerró Villegas. Por Francia falló Cognat.
Costa Rica ahora enfrentará a Bélgica el lunes a las 5 p.m. y como dijo el técnico Marcelo Hugo Herrera, "si se quiere ser campeón hay que ganarle a todos".