Houston
Patrick lanza un grito al cielo, frunce el ceño y se lamenta. La escena se vive en la práctica posterior al enfrentamiento contra Estados Unidos, cuando le tocó sacar cuatro balones de su red.
"Sentía rabia", confiesa. Es la primera confesión de la entrevista. Patrick cree que en otro momento, algunos de esos disparos que terminaron en gol los hubiera detenido, pero no sucedió así ante Estados Unidos.
Unos minutos más tarde, y ante el evidente gesto de molestia, el asistente Alejandro Larrea se le acercó a decirle que no fuera tan duro consigo mismo, que tratara de disfrutar la Copa América.
Patrick ya había visto con detalle el video del compromiso y su perspectiva era distinta a la de Larrea.
"Sé muy bien que pude haber hecho un poco más en los goles. Sé que las anotaciones no fueron mi culpa, pero yo me exijo demasiado y sé que pude haber hecho un poco más", aseguró Pemberton (segunda confesión).
A solas con La Nación, en un largo pasadizo de cemento, en medio del tumulto de los periodistas colombianos que aguardaban con impaciencia la salida de James Rodríguez, Patrick se notaba reflexivo.
Patrick estaba dispuesto a responder los cuestionamientos sobre su rendimiento y a lanzar su tercera confesión de la noche: "Fueron pequeños detalles los que marcaron las anotaciones. Tal vez ciertos movimientos que voy a tener que volver a trabajar para tapar algunos remates que creo pude haber detenido".
El cancerbero entiende que debe regresar a sus raíces. Algo un aspecto del día a día, del esfuerzo diario en las prácticas, le está fallando. Él lo define como "movimientos", porque bajo el arco, un simple paso adelante puede evitar que el balón cruce la línea de cal, o abombe los cordeles.
-De todos, ¿hay algún gol por el que sienta más culpa?-
"Sí, la verdad sí (evita decir cuál), pero gracias a este tipo de situaciones es que he mantenido mi rendimiento durante todo este tiempo y a este tipo de autocrítica también le debo los títulos que he ganado".
La última confesión es mucho más simple de manifestar frente al micrófono y la libreta, no así en la cancha, cuando se sienten las pisadas del compañero que pide un campo a gritos.
"Quiero estar en el próximo Mundial", asegura. "A partir de mañana me prepararé para corregir estos errores y afrontar el próximo reto que es el juego ante Haití por la eliminatoria", concluyó Pemberton.