En su figura delgada y espigada, como la de una saltadora de pértiga, no cabe el derroche de un corazón que siempre late por darlo todo, que corre por cada pelota y que termina sonriente, pues no se guarda nada.
Ese corazón, que pertenece a Tania Lea Aizenman, luchó ayer frente a la peruana María Torres, con la que terminó cayendo 7-6, 6-4 y 3-6, pero a la que le demostró que se requiere de mucho trabajo para hincarle.
Era la segunda ronda de la Copa del Café, era la cancha central del Costa Rica Country Club, y el bullicio de un público soñador alentaba a Tania, una de las tres únicas ticas que ayer quedaban con vida en la Copa.
Las otras, Sofía Pérez y Eugenia Camacho, perdieron ante las estadounidenses Meible Chi y Olivia Hauger, por 6-2 y 6-3, y 6-4 y 6-3, respectivamente.
De vuelta al juego de Aizenman, la cancha central se animó cuando la tica llegó a estar 3-0 en el primer set , frente una sudamericana que no respondía.
Pero, de pronto Torres comenzó a jugar y puso la pizarra 4-4, quebrando un saque a la local, que por su parte le devolvió la cortesía en dos ocasiones, hasta llevar al 6-6 y la muerte súbita.
Aquí otra vez Aizenman tomó ventaja y se fue arriba 4-0, con un apoyo total y bullicioso.
Mas Torres recuperó terreno y se acercó 4-3, Tania reaccionó con un 5-3, pero la peruana, dos años mayor en experiencia y edad (16 a 14), luchó hasta llegar a un 6-6 y terminó dejándose el set 6-7.
Para el segundo episodio, tras aprender de los errores propios, Aizenman mejoró y ganó 6-4.
La tica, aquella con figura de saltadora, despertaba la ilusión de una concurrencia que creía con más fuerza en una tercera ronda para Costa Rica.
Acabó el sueño. Tal vez por inexperiencia, o simplemente porque su rival es superior, Aizenman perdió el tercer y último set , siempre dándolo todo, exhausta.
Tras un 0-4 en contra, la tica tuvo el coraje de ponerse 2-4, dominando cada vez más el segundo saque de Torres, el más débil de esta temperamental peruana.
Con el 3-5 Aizenman aún respiraba optimismo, ese mismo que denotó al ser entrevistaba después de perder el set 3-6.
“Cuando uno sabe que dio todo en la cancha no tiene por qué sentirse mal, si la otra persona jugó mejor no se puede hacer nada al respecto”, dijo Aizenman.
La adolescente, espigada y delgada, añadió que su tenis es “hecho en Costa Rica” y que seguirá trabajando en el país pues aún le queda varias “Copas del Café”.
“Entreno seis días a la semana con el propósito de jugar mejor... creo que acá hay muchos buenos torneos –para crecer–”, añadió.
Hoy la Copa continua a partir de las 8:30 a. m., ya sin el corazón de Tania Aizenman, que latió.