Copacabana
Leonardo Chacón vuelve a decir presente en unos Juegos Olímpicos y pondrá todo su corazón para plasmar su espíritu combativo en lo que pretende sea el triatlón más importante de su vida.
El liberiano se siente en óptimas condiciones para afrontar los 1.500 metros de natación, 40 kilómetros de ciclismo y 10 kilómetros de atletismo en Copacabana.
Llegó aclimatado al calor y a la humedad; recientemente hizo aguas abiertas en Guanacaste y se entrenó en territorio nacional con el equipo olímpico de Hungría.
Además, el tema de la contaminación en el mar tampoco le preocupa; tomó las previsiones del caso y tan solo se expondrá al mar en la competencia.
"Todo ha ido perfecto, alejado de enfermedades, de lesiones y sobre todo agradecido con Dios de tener una nueva oportunidad de estar en unos Juegos Olímpicos, que para mí es una de las cosas más importantes que han pasado en mi vida",manifestó Leo.
Con sinceridad en sus palabras, el triatleta dice que logró llegar al máximo de entrenamiento.
"Se hizo todo, hice énfasis en aclimatarme, en máximas el entrenamiento de altura que tuve y estoy tranquilo, por eso viajé un poco tarde, quería estar alejado del ambiente de la Villa Olímpica y llegar nada más a competir", apuntó.
Aseguró que es difícil hablar de objetivos cuando se va a enfrentar a los mejores 55 exponentes de triatlón del mundo.
"Yo me planteo buscar una buena carrera, una carrera que sea perfecta para mí, que no haya inconvenientes como hubo en Londres: una caída; puede pasar pero físicamente me siento al cien, mentalmente. Quiero buscar una carrera sin contratiempos y con el nivel que ando creo que podremos andar muy bien", confesó.
Pero tampoco se presiona y simplemente quiere disfrutar lo que le espera a partir de las 8 a. m. de Costa Rica.
"Me alejo de buscar expectativas y objetivos, solo quiero rendir bien", citó.
Para Londres 2012, Leo iba con tanta ilusión que había dicho que iría por "podio o ambulancia".
Y al final, con esa caída, quedó demostrado su carácter de guerrero, porque al ser capaz de terminar la prueba pese a estar muy golpeado y ensangrentado, derrochó coraje.
Cuando cruzó la meta, Chacón lloraba como un chiquito y ahí prometió que volvería; algo que cumple este jueves en Río 2016.
"Todo juega y sobretodo contra el destino de que no suceda eso otra vez, son cosas externas a cualquier aspecto físico o mental que pueda haber entrenado, una caída nadie se la quita de encima, pero creo que mi revancha acabó en el momento en que me propuse clasificar y lo logré", relató.
Y por eso insiste en que quiere disfrutar y tener un recuerdo muy bueno de este triatlón.
"Esta va a ser mi última carrera a nivel olímpico y me he propuesto disfrutarlo; creo que ha sido la clave para estar físicamente bien, para cumplir con todo lo que el entrenador ha propuesto y ahora a llegar a defender los colores de Costa Rica".
Contó que en el aspecto humano ha crecido mucho y ahora es mucho más consciente de lo que realmente puede hacer.
"Previo a Londres como atleta me autocriticaba muchísimo por un resultado, una medalla, un tiempo, ahí aprendí; la gente me hizo entender que cuando entrenas con sacrificio y disciplina y demostrás que querés hacer lo que te toca de forma correcta también se premia y he tratado de poner eso en mi vida como camino a seguir", destacó.
Bajo esa perspectiva, Chacón afirma que la propia competencia es la que pone a cada quien en su lugar.
"Tratar de centrarse solo en resultados y medallas es un poco de lo que me quiero alejar, yo sé que he trabajado al 100%, he trabajado con disciplina y honestidad y ahora en Brasil puedo entregar lo mejor de mí".
Y eso es lo que lo motivó a marcharse el martes pasado a Copacabana. Solo estuvo dos días en la Villa Olímpica, en Barra da Tijuca.
"Lo que pasa es que el ambiente de Villa podría desenfocar a cualquier persona y a uno como triatleta le es difícil ya estar en Río de Janeiro y encontrar una locación para entrenar ciclismo, una locación para entrenar natación, hay aguas contaminadas, entonces preferí llegar tarde".
Leo cuenta que el triatlón a nivel mundial ha crecido mucho, se vuelve más rápido, más competitivo y queda en evidencia que las diferencias económicas, de tecnología y de equipo redundan en los resultados.
"Para mí fue difícil, clasificar en dos temporadas de triatlón me costó entre $260.000 y $300.000, mientras que otros países como España, Gran Bretaña o potencias tienen para un solo atleta entre $3.000.000 y $4.000.000".
Eso denota una diferencia abismal.
"No es ponerlo como excusa, pero es una característica que está ahí en el ambiente y que hay que tomarla en cuenta por si queremos clasificar atletas en triatlón para próximas olimpiadas", finalizó Leonardo Chacón.