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Mauricio Arias irrumpió en el Campeonato Nacional de Ajedrez para romper el molde que imperó en los últimos años.
Este desamparadeño se convirtió en el nuevo monarca al ganar el pasado fin de semana la edición 2009 del principal torneo del deporte ciencia en nuestro país.
Superó en la tabla de posiciones a Bernal González y Leonardo Valdés, los dos jugadores que dominaron la escena esta década.
Arias entró al torneo a última hora, por invitación, pues no pudo participar en el clasificatorio que se disputó a principio de año.
Ganó ocho partidas seguidas (el campeonato consta de 13 rondas) y se dio el lujo de amarrar el título con una fecha de anticipación.
En el Campeonato del 2007 también estuvo cerca de la corona, pero aflojó en la segunda mitad y terminó atrás de Valdés y González.
Esta vez no cedió hasta alcanzar el primer cetro de su carrera. El entrenador de Arias es Jorge Ramírez, papá y mentor de Alejandro Ramírez, el único Gran Maestro en la historia de Centroamérica.
Fue Ramírez padre quien lo ayudó a descubrir su talento. “Un día estaba entrenando en la Universidad (de Costa Rica) y me pegó la peor regañada de mi vida. Me dijo ‘Por qué estás desperdiciando el potencial que tenés. Hacé el título de Maestro Internacional”, relató Arias el martes pasado en el Club de Ajedrez de la UCR.
Siguió los consejos de Ramírez y se graduó como MI en 2006. Desde entonces se propuso dejar de ser peón hasta convertirse en nuevo rey de este deporte en Costa Rica.
Sacrificios. Además de practicar ajedrez de alto nivel, Arias trabaja como asesor de seguros en la empresa Comercial de Seguros .
Esto también representa un cambio de paradigma, pues otros campeones de los últimos años se dedican tiempo completo al deporte ciencia, como entrenadores de equipos o tutores personales.
Arias destaca el espacio que la empresa le brindó para participar en el reciente torneo. Aún así, el cronograma diario le quedó ajustado estas semanas: salía de trabajar directo al Hotel Costa Rica, donde se jugaron todas las rondas; a la hora de almuerzo del día siguiente estudiaba la partida y analizaba al próximo rival.
En este mes de vértigo, el campeón disfrutó del apoyo de su mamá, Maribel Santana, quien trabaja en Guanacaste pero se vino para San José a ayudarlo durante el torneo. También agradece el respaldo de Annie Clark, una amiga que lo llamaba todos los días a decirle “tranquilo, vas a ganar”, lo cual le ayudó a vencer la asfixiante presión de verse en el primer lugar.
La próxima meta de Arias es conseguir una norma de Gran Maestro en los siguientes dos años. Las normas son puntajes mínimos que los aspirantes a GM deben alcanzar en torneos de alto nivel.
Esto significa, por supuesto, competir fuera de Costa Rica. Para ello deberá conseguir financiamiento, un reto común a casi todos los atletas de élite del país.
Por lo pronto, será uno de los tableros de la Selección que participará en los Juegos Centroamericanos y en la Olimpiada de Rusia.
“Ha sido un proceso de constante crecimiento. Me tomó 10 años llegar a Maestro Internacional, 15 a Campeón Nacional. Y todavía falta mucho más”, aseguró.
