En un típico taller, con piso ennegrecido por el aceite, varios hombres trabajan sobre un auto doble tracción que cada año se reinventa para ganar.
Con partes de cinco carros diferentes , cada una seleccionada por su importancia, este vehículo comienza a tomar vida así como lo hizo Frankestein cuando Víctor, su creador, lo hizo leyenda.
Este “monstruo” del barro, llamado La Bestia por Gustavo Canales, propietario y piloto, es uno de los favoritos para llevarse el título absoluto del Campeonato Nacional Desafío 4x4, que se realizará el próximo domingo en el antiguo hipódromo de Tejar del Guarco, Cartago.
Es tanta la rivalidad que existe entre las 60 tripulaciones de doble tracción que se enfrentan, que Canales se dio a la tarea de construir un vehículo que le permita ganar la categoría absoluta de la que ha sido subcampeón en el 2012 y 2013.
Dicha clase reúne a los participantes de cuatro, seis y ocho cilindros, los tres tamaños de motor que se pueden inscribir, cada cilindrada con su monarca.
“Todos los carros que van son buenos, pero hay como seis o siete que podrían estar peleando arriba; yo, a pesar de llevar un carro seis cilindros, quiero ganarle la absoluta a los grandes de ocho”, expresó ayer Canales.
Los considerados favoritos son el Jeep Wrangler de Juan Diego Chaves (piloto) y Silvia Acosta (copiloto), en ocho cilindros, el Suzuki Samurai de Fabio y Giancarlo Soto, cuatro cilindros, el Land Rover de Félix Corrales, seis cilindros, el Toyota Land Cruiser de Jairo Cordero, ocho cilindros, el Toyota Hylux de Canales y Angie Bonilla y el Jeep Wrangler de Erick Matamoros.
Matamoros sabe de la exigencia tecnológica a la que ha llegado el Desafío 4x4, y por ello preparó su Jeep durante año y medio.
“Correré por primera vez este carro... El tipo de suspensión que lleva es especial, será una competencia bastante dura”, expresó Matamoros, que es empresario.
Hasta 20.000. Con precio de ¢7.000, la empresa RPM TV, productora del Desafío 4x4, puso a la venta 12.000 entradas, aunque, según Manrique Mata, presidente de la entidad, al antiguo hipódromo le caben hasta 20.000 aficionados.
Con respecto a la implementación de tecnología, Mata dijo que la connotación de ser reconocido como el mejor auto y la tripulación 4x4 del país, hace atractivo un torneo que ya cuenta 16 años.
“Así como nosotros buscamos nuevas pruebas para hacer más difícil la competencia, los pilotos buscan más implementos para ser más rápidos, es lo mejor para el espectáculo”, manifestó.
Este año se agregó el Cráter del Turrialba y unas gradas en descenso al circuito de carrera.