Costa Rica se presentó a una lucha desigual ayer contra el mejor equipo del planeta, Estados Unidos, y recibió una dura lección futbolística de seis goles de diferencia, la más abultada en una final del Premundial femenino de la Concacaf.
El 6-0 se concretó frente al poderoso seleccionado que ocupa el primer lugar en el ranquin de la FIFA y está integrado en su totalidad por jugadoras profesionales, algunas que son legendarias en esta rama.
Las ticas se presentaron con un orden establecido, con línea de cuatro zagueras, dos contenciones y el resto del equipo en labores defensivas, para intentar frenar al actual subcampeón del mundo y monarca olímpico, que se fue del torneo sin recibir un solo gol en contra.
La resistencia de la Tricolor duró muy poco, apenas cuatro minutos, y la jugadora del partido, la veterana Abby Wambach, impuso su físico y por alto selló el 1-0, con un frentazo imparable para la desamparada Dinnia Día z y compañeras.
Wambach es la mujer-récord en el balompié universal y así lo demostró anoche. De su cabeza salieron dos anotaciones más, en los minutos 34 y 40. Una labor que selló con un golazo al 71, al globearle el balón a Díaz con un tiro de clase.
Su registro anotador fue el mejor del certamen, con siete tantos en cinco juegos, mientras que su increíble marca con el Tío Sam se amplió a 177 tantos en 228 juegos.
Pero no solo anota las dianas, sino que las sabe servir y la corpulenta artillera le dio un pase-gol a su socia en el torneo, Carli Lloyd, con otro cabezazo a los 17 minutos.
Nuestras defensoras se veían impotentes para contrarrestar los rápidos movimientos por los costados y el sólido juego aéreo de las estadounidenses, que pusieron el resultado de goleada muy pronto.
Ajustes. Costa Rica estaba lejos de marcar su primer gol a Estados Unidos, en diez partidos clase A desde el 2000. Pero la intención para la complementaria era intentarlo.
Para ello, el técnico tico Carlos Avedissián implementó ajustes que reordenaron las líneas y Estados Unidos ya no gozó de tantos espacios para crecer la diferencia.
Carolina Venegas fue relevo por Diana Sáenz, para reforzar el ataque. Daniela Cruz fue incluida en su puesto natural de lateral derecha y Wendy Acosta bajó a la retaguardia; su puesto en la zona izquierda lo ocupó Melissa Herrera.
Esto le dio mayor presencia en el mediocampo a la capitana, Shirley Cruz, y a la subcapitana, Katherine Alvarado, para administrar mejor la pelota y, a partir de ahí, generar tibios ataques, sin peligro, que al final de cuentas no inquietaron para nada a la portera Hope Solo, quien ayer pasó un día de vacaciones.
Las locales se mantuvieron firmes y hallaron dos goles más, que fueron seguidos, con el antes descrito de Wambach, al 71’ y dos minutos después, de Sydney Siroux.
Los ingresos de Fabiola Sánchez y Gabriela Guillén, en lugar de Acosta y Lixy Rodríguez, “refrescaron” nuestra zona atrás y el marcador no se alteró más. Fue 6-0.
Costa Rica finalizó en el segundo lugar de la Concacaf, por primera vez en la historia. Pero el resultado no fue el más feliz, al recibirse una dura lección de una aplanadora llamada Estados Unidos.