
Bloemfontein, Sudáfrica. El seleccionador de Estados Unidos, Bob Bradley, incluyó la victoria ante España (2-0) entre las más destacadas de la historia del futbol estadounidense, “que sigue progresando”. “Hay que mirar todas las victorias que han marcado el progreso del futbol estadounidense, pero se puede agregar la de esta noche a la lista”.
El entrenador añadió que su victoria “es la prueba del progreso de nuestros jugadores, la mayoría juega en clubes grandes en el extranjero. Muchos países quieren llegar a la cumbre, pero no se pueden saltar etapas”.
La táctica del padre de Michael Bradley (expulsado y quien se perderá la final) se apoyó en la anulación de los fuertes de La Furia. “Cuando se juega ante España hay que trabajar en equipo para defender. Estuvimos bien organizados y cuando se tiene el balón hay que moverse y crear ocasiones”.
El timonel agregó que la clave fue anular a Xavi. “Intentamos encerrarlo para impedirle al máximo que juegue, que no meta pases”.
No obstante, Bradley se mostró autocrítico. “Debíamos ser agresivos, para molestarlos en defensa, pero también supimos cuidar el balón y avanzar. Fue bueno marcar rápido, luego España empujó, pero sostuvimos el resultado y esperamos el momento para anotar de contragolpe”, resumió el hombre más feliz de Estados Unidos.
Clint Dempsey, autor del segundo gol, puso énfasis en lo conseguido por su equipo. “Nadie pensaba que podíamos ganar. Es la primera vez que los estadounidenses estamos en la final de una gran competencia. ¡Es increíble!”
El jugador del Fulham inglés definió lo que viene. “Tenemos que trabajar duro para que nos vaya bien en la final”, en referencia al partido por el título que Estados Unidos disputará el domingo ante el vencedor de hoy entre Brasil y la anfitriona Sudáfrica.