Mayday! ¡Alerta, alerta! El avión de Alajuelense se desploma en el Apertura, no hay respuesta y simplemente se ve una estela que evidencia la caída en picada de los erizos, tras sumar este martes su cuarta derrota al hilo, esta vez 0 a 1 ante Guadalupe, el que era último.
La Liga perdió sus dos motores, la tripulación no reacciona y el capitán tampoco puede enderezar el rumbo de un aeroplano que parece estar destinado a precipitarse a tierra.
El rendimiento de la aeronave es paupérrimo, ayer dejaron una pésima imagen futbolística y ahora se les viene el viaje a la Cueva para medirse a Saprissa en el clásico nacional.
El conjunto manudo tuvo pocas o nulas ideas frente a los guadalupanos, al punto que Patrick Pemberton fue protagonista por sobre Luis Torres, con cuatro tapadas cruciales, mientras que su colega solo una.
Sin embargo, el rojinegro poco pudo hacer para que Aldo Magaña le abombara las redes en el 73, tras una incorporación por la derecha de Cristian Chavez, quien centró y dejó de cara al gol a su compañero.
La anotación generó el pánico entre los seguidores del León, sabedores de que son sextos y están a un punto de zona de clasificación, pero con dos partidos menos que el cuarto (Santos).
Los alajuelenses tuvieron una primera parte gris, falta de tonos de color con buenas combinaciones y claridad en la elaboración, al punto de que dejaron un sabor soso entre los pocos aficionados que asistieron al Alejandro Morera Soto.
Wílmer López volvió a cambiar de sistema, con respecto al 1-4-1-4-1 que utilizó ante Herediano el sábado anterior, y apostó por su habitual 1-4-4-2, con el objetivo de sumar más hombres en ataque y darle libertad a José Luis Cordero para moverse atrás de los dos atacantes.
La variante funcionó a medias: no hubo generación. Los erizos se toparon con un bloque compacto de los guadalupanos (1-4-5-1 al defender) y poco a poco fueron perdieron fuelle.
Los visitantes tomaron confianza, se dieron cuenta que podían hilvanar al juntar las líneas y en la etapa inicial tuvieron mayor posesión de la esférica.
El conjunto dirigido por Antonio Abasolo fue superior con el balón y se aproximó al arco dirigido por Patrick Pemberton, aunque se precipitaron al momento de rematar.
La Liga careció de entendimiento, falló en las distancias para tocar con propiedad y abrir al oponente, y se fue al descanso llena de preocupaciones.
Si la iniciar fue mala, la complementaria fue aún peor para los dueños de casa.
Torres pasó inadvertido hasta el 78', mientras que Pemberton aparecía una y otra vez para sostener como mínimo el empate momentáneo.
Sin embargo, Guadalupe ganó terreno, no perdió el norte de tocar bien y acompañarse, hasta que apareció Magaña y obligó a encender todas las alarmas de un equipo que va en caída libre.