Dejando atrás la nostalgia de estar lejos de su familia en las fiestas de Navidad y Año Nuevo, la atleta Jenny Méndez viajó ayer a la ciudad de Eldoret, en Kenia, África, para realizar un campamento de un mes.
Jenny llegará mañana a Nairobi, la capital keniana.
Dicha preparación es posible gracias a la colaboración de unos contactos que tiene en México y en Kenia.
“No fue una decisión fácil de tomar, pues incluso mi hijo mayor cumple años el 19 de diciembre, pero ellos saben lo que significa para la familia el atletismo y es la única manera de entrenar con la élite mundial y tratar de mejorar mis marcas”, comentó Méndez antes del periplo.
“Este campamento se da gracias a la colaboración de la Federación de Atletismo (Fecoa), que me ayudó con los pasajes. Los demás gastos saldrán de mis ahorros, pues la intención es mejorar mis marcas en las distancias de los 5.000 y 10.000 metros, así como la media maratón (21 km)”.
La atleta de origen colombiana, pero nacionalizada costarricense, indicó que estará en Eldoret hasta el 14 de enero. Ahí espera tener al menos tres sesiones de entrenamientos diarios con el resto del grupo.
Difícil adaptación. Jenny comentó que es una incógnita lo que va a encontrarse en Kenia, pero está dispuesta a hacerle frente para ser una mejor corredora.
“Sé que llegaré a Nairobi el martes y allí debo tomar la decisión de viajar por tierra a Eldoret (cinco horas) o vía aérea. Debo contactar a las personas con que entrenaré allá y espero que todo salga como lo he planeado”, dijo.
Mi intención es aprender y prepararme para la temporada del 2017, donde da inicio el ciclo olímpico con los Juegos de Managua, Nicaragua, en diciembre”.
La fondista nacional tiene claro que al viajar sola tiene que adaptarse al ambiente que se encuentre en esa ciudad, e incluso le advirtieron que tendrá que realizar labores domésticas y ayudar a sus compañeros.
“Los kenianos me comentaron que los entrenamientos son muy exigentes, que atletas de todo el mundo viajan a Eldoret para mejorar y hay pocas comodidades”, confesó Méndez.
“Incluso mencionaron que es posible que tenga que ayudar a jalar agua, ordeñar las vacas y dedicarle tiempo a una huerta, pero no importa porque yo crecí en una ambiente muy humilde y sé hacer todas esas cosas”.
Méndez manifestó que posiblemente un mes no sea suficiente para lograr todo lo que desea, pero lo importante es tener esa experiencia, convivir con los mejores fondistas del mundo y aprender de ellos para ser una menor atleta en el futuro.