Albacete, España. Hace 17 años, el portero ramonense Luis Gabelo Conejo se llevó las palmas en el estadio Carlos Belmonte de Albacete, España, además conquistó a la afición y dejó una huella imborrable; ahora, otro arquero, en este caso oriundo de Pérez Zeledón, asumió el reto de llenar sus guantes y volver a dejar en alto el nombre de Costa Rica.
Keylor Navas ya lleva ocho juegos como titular abriéndose paso en la Segunda División impulsado por la figura del emblemático Conejo, quien fuera catalogado como de los mejores porteros del Mundial 90. Pero no se conforma con defender los palos del Albacete, él ve a ese club como una catapulta para llegar, a punta de su buen desempeño, a figurar entre los mejores del planeta. Su meta es el Barcelona.
A mí me duele en todo lado. Los goles siempre duelen, trato de defender el marco, defender la camiseta a muerte. Esté donde esté, un gol siempre va a doler.
Siempre trato de dar lo mejor, porque sé que el nombre de Costa Rica está en juego. Por eso es bonito cuando escucho en
Nos trata súper bien. Canta una canción: “no pasa nada, no pasa nada, tenemos a Keylor Navas”. Me dicen “Fenómeno”.
Gabelo es muy querido y recordado acá, ha sido mi entrenador y lo estimo mucho. El hecho de que él dijera que yo soy mejor de lo que él fue me abrió mucho el camino. Para mí, todo esto es muy lindo.
Desde hace tiempo se venía hablando de la posibilidad, la opinión y recomendación de Gabelo fue muy importante. Me siento muy agradecido con él.
Él me contó de sus experiencias, me dijo a lo que me iba a enfrentar, me tranquilizó.
Estoy muy tranquilo y tengo fe en Dios, sé que puedo hacer las cosas bien, sé que tengo una gran responsabilidad, trató de disfrutarlo al máximo, confió en que Dios me va a ayudar y que todo va a salir de la mejor manera.
A Gabelo lo recuerdan mucho, la gente siempre nos compara, pero a medida que van pasando los partidos el aficionado se va dando cuenta que somos personas diferentes y que yo tengo las condiciones para hacer las cosas bien.
Yo soy una persona que siempre me fijé metas, esta meta ya la conquisté, pero tengo muchas más.
Llegar a Primera División, estar donde están los grandes, jugar con los mejores del mundo y dejar el nombre de Costa Rica en alto.
Me llena de alegría saber que hay personas interesadas en el trabajo que uno hace, que les interesa, yo pongo todo en manos de Dios.
Aquí siempre hay programas deportivos a las 10 p. m., en la radio. Allí se dicen las últimas noticias de fichajes y esas cosas, en ese programa hablaron de que esos equipos estaban interesados en mí.
Sé que vinieron a verme, pero eso aquí es normal. Hay mucha proyección, por eso fue que me vine acá: sé que hay posibilidades de que vean el trabajo que uno hace.
Noruega, Grecia, Qatar... Pero aquí hay más opciones. Además, yo siempre había querido jugar en España, en la Primera División, ahora estoy en la Segunda, pero confío en Dios en poder superarme.
En el Barcelona, siempre me ha gustado ese equipo.
Hay que estar tranquilo, yo confío en las condiciones que Dios me dio. Valdés es un portero de mucho respeto. Hay que trabajar día a día para luchar un puesto con un portero de ese calibre.
En la parte defensiva somos muy sólidos, he tenido intervenciones buenas, salvadoras, sería bonito terminar de Zamora (premio al portero menos batido).
Sí, fue ese contra Estados Unidos (gol que dejó a la Selección fuera del Mundial Sudáfrica 2010). Hubo desatenciones, se perdieron marcas.
El Mundial es muy importante como vitrina, pero yo siempre puse todo en manos de Dios y creo en mis condiciones como portero.
La determinación, tener claras mis metas y que se dieran las oportunidades.
No, no he sentido celos, él es un portero con muchas condiciones, espero que le vaya bien.
Esa no es la idea, quiero aprovechar esta oportunidad, crecer. Volvería a Costa Rica para mi retiro.