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El nuevo formato de los campeonatos nacionales de futbol de la Primera División , con torneos cortos de cinco meses de duración, fue concebido para favorecer a los clubes denominados “pequeños”.
Los dirigentes y representantes de los equipos no tradicionales aprobaron por mayoría la instauración en el 2007 de este tipo de certámenes, que les duplicaba las opciones de ganar el título nacional.
A partir del Invierno de ese año, el sistema de jugar el campeonato le concedió tres cetros seguidos al Saprissa y uno que se adjudicó Liberia Mía , con dos subtítulos para Alajuelense y dos para Herediano .
Aquí irrumpió en el torneo pasado el cuadro pampero, que no es parte de los cuatro clubes tradicionales del país, aquellos con mayor afición y logros deportivos nacionales e internacionales (Saprissa, la Liga, Herediano, Cartaginés ).
El ejemplo más evidente de esta realidad en pro de los intereses de los equipos no tradicionales del país se vivió en las últimas dos finales programadas en el 2009.
La primera de estas finalísimas la ganó Liberia Mía frente al Herediano, en mayo pasado, y la segunda se vive en la presente temporada del Invierno 2009, con la aparición por primera vez del Brujas F. C. y del Puntarenas F. C. en una serie final.
Ambos equipos tienen muy poca vigencia en el balompié criollo. Se fundaron en el 2004 y ya registran ocho torneos disputados.
En el caso de los hechiceros disputaron tres rondas preliminares y tres semifinales, mientras que los chuchequeros registran un subcampeonato local (2005-2006) y un cetro de la Copa Uncaf (2006).
Tanto Brujas como Puntarenas pelearán desde hoy la final número 31 de la historia del futbol tico. El juego de ida será esta noche (7 p. m.) en el estadio Miguel Lito Pérez, de Puntarenas, y el de vuelta el próximo lunes, a las 2 p. m., en el Jorge Cuty Monge, de Desamparados.
Historia. Esta es la primera vez en la larga trayectoria del futbol federado de la máxima categoría que dos clubes sin tradición jugarán una serie final del campeonato.
En las 30 finales anteriores siempre hubo uno o dos equipos tradicionales, con numerosos seguidores involucrados en la final, como sucedió en los casos del Herediano, La Libertad, Alajuelense, Saprissa y Cartaginés.
La primera final data de la época en que arrancaron los Mundiales de futbol en 1930, en Uruguay. Los pioneros fueron Herediano y la Gimnástica Española, que igualaron con 14 puntos en el torneo y jugaron un “desempate”, como se le llamó entonces a lo que hoy se conoce como “final”. Los florenses ganaron 4-2 en el Estadio Nacional.
La última final en que no estuvieron presentes ni brumosos, ni florenses, ni rojinegros, ni morados, fue hace 75 años. Esa fue la de 1934, cuando La Libertad se impuso 1-0 al Alajuela Júnior, que no se presentó por duelo ante la muerte de su mejor jugador, Rafael Ángel Herra, en un accidente de tránsito; los dos primeros juegos quedaron 1-1 y 2-2.
Brujas y Puntarenas FC van por su primer título. El anterior equipo de la ciudad porteña que jugó y ganó un título en una final hace 23 años, en 1986, fue el Municipal Puntarenas –hoy en el futbol aficionado–, que superó a Alajuelense; antes cayó en las de 1978 y 1982.
En el pasado, clubes con afición pequeña como Gimnástica Española, Alajuela Júnior, Limón FC, Santos de Guápiles y Pérez Zeledón fracasaron en su intento de ganar el gallardete en una serie final.
