Debutar estuvo a la orden del día en la visita de Alajuelense a San Carlos.
Eso le tocó al defensa Diego Mesén, al delantero Barlon Sequeira y al volante Anthony López.
Éste último es el sobrino de Wílmer López, quien se estrenó como entrenador interino del primer equipo de la Liga.
Anthony es hijo de Harold, el hermano de Wílmer; pero más allá del vínculo familiar, el joven futbolista quiere comenzar a hacerse su propio nombre en la Primera División.
Para el jugador nacido en 1996, al entrar a la cancha, no lo dirige su tío; ahí simplemente tiene que seguir las instrucciones de su entrenador.
Sin embargo, reconoce que el momento fue especial.
"Es un sentimiento único, agradecerle a él (Wílmer) por la confianza que me dio y ahora me toca demostrar que no es porque soy sobrino de él que estoy ahí, sino porque me lo he ganado y porque me lo merezco", afirmó Anthony López, quien en el 75' sustituyó a Jorge Claros.
El futbolista no sospechaba que le había llegado el día del debut, más que nervioso, estaba con muchas ganas de hacer las cosas bien, porque es fruto de las ligas menores.
De hecho, Anthony tiene diez años de pertenecer a Alajuelense.
"Cuando iba a entrar el profesor (Wílmer) me dijo que estuviera tranquilo, que hiciera lo que sabía hacer y entré a correr, que se viera el esfuerzo y el deseo que yo tenía de este debut".
No siente presión, sabe que de momento todos lo identifican como el hijo de Harold y el sobrino del Pato, algo que se convierte en un gran reto para él.
"El apellido que llevo es de peso, por mi tío y por mi papá, pero ahora quiero dejar en grande el nombre mío y el de la familia también".
Físicamente se parece más al tío que al papá; y en su estilo de juego, también.
"Como soy volante creativo mi estilo de juego tiene más parecido al de Wílmer, pero no es lo mismo, juego más adelante, de volante creativo, entonces sí es un poco más parecido al de Wílmer", reseñó Anthony.
Entre risas, el volante, Barlon Sequeira y Diego Mesén saben lo que les espera este lunes después de su bautizo con la Primera.
Cuando eso pasa, en el camerino manudo "estrenan" al primerizo y por eso ellos saben que les cortarán el cabello, con un 'look' completamente rapado.