Aparte de Andrey Amador (Movistar Team), Gregory Brenes (Inteja MMR) y Román Villalobos (Canel's Specialized), el ciclismo de Costa Rica tendrá un nuevo legionario en 2017.
Se trata del rutero Gabriel Marín, quien luego de correr la Vuelta a Costa Rica (del 13 al 25 de diciembre) con Nestlé Giant, se marchará a Europa para integrarse al equipo continental francés MG SportGagne.
"Después del Mundial en Catar abrí los ojos, quise buscar una oportunidad de una pasantía o algo, que se me abriera una puerta. Me contacté con varios representantes que conocí en el Mundial, pero no se consiguió nada", relató Marín en charla con La Nación.
La oportunidad de marcharse al extranjero estaba más cerca de lo que él creía, porque su novia, Diana Solano, vivió una temporada en Bélgica y ella fue el enlace para que el pedalista de Tres Ríos se pusiera en contacto con personeros de este nuevo equipo continental francés MG SportGagne.
"Yo envié mi currículo y les gustó, les llamó la atención, el hecho de tener a un latinoamericano y tener hasta la posibilidad de competir acá. Ahí comenzamos las conversaciones y hemos ido calzando todo bien, el contrato ya lo enviaron y ya está firmado, yo ya lo mandé otra vez a Francia", comentó Marín.
Dijo que en este momento se está preparando muy bien de cara a la Vuelta a Costa Rica, porque quiere aportarle bastante a Nestlé Giant.
"Luego, el objetivo es hacer una muy buena temporada en Francia, aún no tengo fecha exacta, pero estaría viajando después de la Vuelta. La primera competencia establecida será el 29 de enero en el Grand Prix Cycliste la Marseillaise".
El pedalista de 22 años vivirá en el sur de Francia y está muy contento por esta oportunidad de integrar un proyecto en el que tendrá tres directores deportivos.
"El equipo tendrá una nómina grande y ahí nos dividirán para ir a diferentes carreras durante todo el año".
Marín rompe con el molde tradicional del perfil de ciclista costarricense que se marcha a Europa, pues por lo general, la oportunidad se le abre con más frecuencia a los ruteros que se defienden en la montaña.
"Yo soy un rodador y 'esprinter'; esos son mis fuertes y a ellos les gustó; es cierto que de aquí salen más los escaladores, pero también existimos los 'esprinters', que a veces no nos dan mucha importancia, pero somos corredores que podemos llegar a tener más victorias que un escalador", opinó Marín.
El espigado ciclista que mide 1,8 metros y pesa 73 kilos se encuentra en clases de francés desde hace algunos días.
"Ahí vamos, pero me va a tocar a ir a aprender el idioma a la fuerza, pero ya muchos se han ido así y yo sé que yo sobrevivo. De verdad que quiero hacer las cosas muy bien", recalcó Gabriel Marín.