El último día de descanso del Giro es hoy, justo cuando Andrey Amador más lo necesita.
La pausa le servirá para recuperar fuerzas y tratar de liberarse de un cuadro gripal que lo tiene golpeado y decaído, pero no vencido para encarar las seis etapas restantes.
Amador apretó dientes en la cronoescalada de 10,85 kilómetros de ayer, entre Castelrotto y Alpe di Siusi. Ahí, el tico de Movistar Team trató de regularse bien para no desplomarse, porque la decimoquinta etapa del Giro empezó con 2 kilómetros de falso llano, seguidos de 9 km con pendiente media del 8,3%.
Tras aferrarse al coraje y sufrir en la bici, Amador cruzó la meta con un tiempo de 30:51.
Ese crono colocó al tico en la casilla 27, a 2:12 del ganador del día, el ruso Alexander Foliforov (Gazprom RusVelo), quien completó el trayecto en 28:39.
Amador cedió dos puestos en la general y ahora es sétimo, pero según el tico, libró bien el día, porque le confesó a La Nación que sigue enfermo.
“Todavía me siento resfriado, voy mejorando, pero lo ideal es estar en óptimas condiciones y las sensaciones no son las que yo quisiera”, expresó Andrey, quien el viernes asumió el liderato general y portó la maglia rosa por un día, en la etapa reina del sábado.
El tico cree que esta jornada libre le cae de perlas para curarse, o al menos para sentirse mejor.
“Yo me enfermé en la contrarreloj de Chianti, era muy larga y estaba todo mojado en sudor y después de llegar a la meta había que regresar a la salida. Al día siguiente ya estaba tocado”.
La ilusión de volver a la pelea con Alejandro Valverde le da un segundo aire a Amador.
Después de que el sábado Movistar tuvo un día malo, en el que Vincenzo Nibali aventajó por más de dos minutos a Valverde, los papeles se invirtieron ayer.
El compañero de Amador, que por lo general cede en las cronoescaladas, subió de forma impecable hacia el Alpe de Siusi.
Y fue Nibali quien se vio irreconocible, porque no logró prender el turbo que siempre muestra en sus pedalazos en este tipo de jornadas, no estaba cómodo y lo persiguió la mala suerte.
La bici le falló, se le reventó la cadena, se la cambiaron, se desconcentró y su diferencia sobre Valverde quedó en 38 segundos.
“Ahora vamos con todo para darle la vuelta a esto y así será”, dijo Amador, pese a que el líder Steven Kruijswijk (LottoNL) se defendió bastante bien.