Belo Horizonte. EFE y AP. El nombramiento de Marco Antonio Rodríguez como árbitro del Brasil-Alemania de hoy, no dejó indiferente a ninguno de los dos técnicos involucrados.
Sin embargo, el brasileño Luiz Felipe Scolari y el alemán Joachim Löw lo hicieron desde puntos de vista distintos.
Felipao halagó la experiencia del juez mexicano, quien no vio el mordisco de Luis Suárez al italiano Giorgio Chiellini en partido de la fase de grupos.
Restó importancia al error del colegiado, que no pitó nada. Suárez, posteriormente, recibió una sanción de nueve partidos de la FIFA. “Fue un lance del partido y no lo vio. Tiene experiencia y evidencia clara en la Copa del Mundo” , resaltó.
Löw, por su parte, se mostró escandalizado por las acciones violentas que ve en el Mundial, muchas de ellas de brasileños y le pidió a Rodríguez mano dura.
“Espero que controle las cosas. En los últimos partidos vi roces físicos que se pasan de la raya. Hay que poner fin a las faltas brutales, porque si no no veremos más jugadores como (Lionel) Messi o Neymar, sino jugadores que salen a destruir”, expresó el técnico alemán.
En el 2006, Rodríguez dirigió Inglaterra-Paraguay y Costa de Marfil-Serbia y Montenegro, en el que expulsó a Cyril Domoraud y Albert Nad. En el 2010, dirigió Australia-Alemania, en el que mostró la tarjeta roja directa al delantero australiano Tim Cahill. En Chil- España, en este Mundial, echó al chileno Marco Estrada.