
Con una medalla de bronce panamericana colgada en su cuello, Carolina Arias ya sabe adónde debe dar su próximo gran golpe: Juegos Olímpicos de Londres 2012.
“Quiero llegar allá, porque ambiciono una medalla de oro. Sé que es difícil porque se necesita mucho apoyo”, explicó la pegadora tica.
De 22 años de edad –siete de ellos dedicados al pugilismo–, Carolina Arias se dejó la medalla de bronce en la categoría de los 54 kilogramos del Campeonato Panamericano de Boxeo femenino.
La justa se celebró en Guayaquil, Ecuador, del 3 al 9 del mes en curso.
“Yo iba bien preparada, pero me encontré un nivel muy alto. Como lo admitieron en los Juegos Olímpicos, países como Brasil y Canadá le dan un gran impulso”, explicó.
Fue precisamente una canadiense, Vicky Pelletier, quien se colgó la presea dorada en la categoría de la pugilista costarricense.
La argentina Débora Dionisius conquistó la plata y la brasileña Celia Márquez acompañó a Arias con el bronce.
Recordemos que el boxeo siempre reparte medallas de bronce a quienes no avanzan a la final.
Lizeth Sánchez y Malena Dalmazo fueron las otras dos pugilistas costarricenses en este Panamericano.
Meta. El boxeo femenino fue incluido en los juegos londinenses, de acuerdo con el anuncio hecho por el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Jacques Rogge, en agosto pasado.
Según Rafael Vega, presidente de la Asociación Costarricense de Boxeo Aficionado, solo se competirá en tres categorías: 48 a 51 kilos –ahí entraría Carolina–, de 57 a 60 kilos y de 69 a 75 kilos.
“La medalla fue un logro muy importante porque era la primera vez que se iba a un Panamericano y la primera vez que se ganó una medalla”, comentó en apoyo a la ilusión de una aventura olímpica.
En el certamen continental, Arias perdió por puntos (7-3) contra la argentina Dionisius.
“Le cuento que esa pelea contra la argentina el fallo estuvo ‘medio raro’. Hace cuatro años, ella ganó la medalla de oro y por ahí eso influyó”, se lamentó.
Londres 2012 aparece en la mira de esta muchacha, residente de Heredia, que un día se metió al gimnasio de Escazú y a los tres días, literalmente, “la tiraron” al ring .
Y ahí está, siete años después...
“Se necesita mucho apoyo. Para este Panamericano busqué patrocinio, pero nada. Ahora fui con mis medios y gracias a que la Asociación de Boxeo me pudo ayudar, no sé ni cómo.
“Mi esperanza es ir allá y traerme la medalla de oro”.