moscú. Caterine Ibargüen escribió un capítulo de oro en la historia del atletismo colombiano al proclamarse campeona del mundo de triple con una marca de 14,85 metros.
Es la tercera medalla para Colombia en las 14 ediciones de los Mundiales y la segunda personal de Ibargüen, quien subió al podio como tercera en Daegu 2011.
Bronce mundial en 2011, plata olímpica en 2012 y oro mundial en 2013. La trayectoria de esta colombiana de 29 años ha hecho cumbre después de batallar durante casi un decenio con todo tipo de saltos: longitud, altura y triple.
Estaba invicta este año y, en ausencia de la campeona olímpica, la kazaja Olga Rypakova, compartía el cartel de favorita junto a la ucraniana Olha Saladuha.
Ibargüen derrotó este año a Saladuha –campeona de Europa y bronce olímpico en Londres 2012– en las cuatro reuniones de la Diamond League.
De hecho, Saladuha tampoco fue segunda. La medalla de plata, con 14,81, fue para la rusa Ekaterina Koneva, campeona de la Universiada, mientras que la ucraniana se consoló con el bronce (14,65) .
Ibargüen empezó con un nulo, pero en segunda ronda, como respuesta a los 14,81 de Koneva, voló hasta los 14,85, igualando el mejor salto mundial del año. Después saltó, sucesivamente, 14,69 y 14,83, hizo un nulo en el penúltimo turno y culiminó con otro salto no válido.
Otros resultados. En la final de altura, Bondarenko retribuyó el fervoroso apoyo del público ucraniano con el título mundial, un salto de 2,41 metros sin precedentes en la historia de los campeonatos del mundo y tres intentos fallidos de batir, por un centímetro.
El viejo récord mundial es del cubano Javier Sotomayor estableció el 27 de julio de 1993 en España.
El catarí Mutaz Essa Barshim, que este año también había superado los 2,40, se llevó la medalla de plata con 2,38 y el canadiense Derek Drouin, con la misma altura, adornó con la de bronce su récord nacional, un año después de conseguir también el bronce olímpico.
La disciplina de altura llevaba 13 años sin registrar un solo salto por encima de los 2,40, desde que el ruso Vyacheslav Voronin los superó en Londres el 5 de agosto del 2000, pero en 2013 lo han hecho dos: Bondarenko y Barshim (2,40) .
Kenia dominó, como siempre, la final de 3.000 obstáculos, en la que Ezekiel Kemboi consiguió, con un tiempo de 8:06.01, su tercer título consecutivo.
Kemboi fue secundado por el hombre que está llamado a sucederle, Conseslus Kipruto, 13 años más joven. Se trata de su sexta medalla en Mundiales, pues antes de sus tres victorias había sido tres veces subcampeón.
El francés Mahiedini Mekhissi-Benabbad, campeón de Europa, llegó con los dos primeros kenianos hasta la última ría, pero en la recta se mostró inferior. Se llevó, al menos, el premio de la medalla de bronce con 8:07.86.
En 1.500, la sueca de origen etíope Abeba Aregawi arrebató el título a Jennifer Simpson, aprovechando el desgaste de la norteamericana, que había tirado durante tres vueltas, para batirla en el esprint con un tiempo de 4:02.67.
Simpson obtuvo la medalla de plata con 4:02.99 .