No son las novenas más millonarias ni las que acumulan más talento... Tanto Reales como Gigantes tomaron la vía del comodín para llegar a octubre y desde entonces se volvieron imparables. Aquí estamos, a punto de que inicie una Serie Mundial que rompe con todos los pronósticos y apuestas previas.
Es la primera vez desde que se inventaron los juegos de comodín (2012) que algún equipo que haya estado en ese encuentro también dispute la final de Grandes Ligas.
Kansas City, como nadie en el formato moderno, logró ganar sus primeros ocho partidos de postemporada. Así volvieron a la gran cita después de 29 años, luego de aquella remontada para vencer a los Cardenales, en 1985.
Mientras, Bruce Bochy, mánager de San Francisco, sigue mostrando año a año que puede ser el mejor entrenador que cualquiera puede desear para unos play-off .
Los Gigantes ganaron dos series mundiales en la década. En años pares son intratables y están cerca de confirmar una dinastía con su tercer anillo en cinco años.
La Cenicienta. Con un roster de $90 millones, los Reales se ubican 18 en las Mayores. No tienen un Cy Young en sus filas, ni un MVP. Lo que no les falta es ganas para jugar tan bien como puedan.
Son apenas buenos en la lomita, sensacionales en defensa e infalibles en bateo oportuno. Están en su zona y parece que esa derrota de octubre nunca va a llegar.
En la Serie Mundial tendrán, por primera vez en esta postemporada, ventaja de localía. Así, la gran fiesta inicia el martes (6 p. m.) en el Kauffman Stadium, con un local motivado que buscará su segundo título en Grandes Ligas.
Después de ser el equipo de menos jonrones en la temporada regular (95), fueron el conjunto de más carreras anotadas (42) en los play-off , segundo en hits (73) y terceros en porcentaje de bateo (.259).
Todo en ocho juegos. San Francisco es segundo en carreras anotadas (41), pero con dos juegos más.
Gigantes en octubre. Con Bochy los Gigantes ganaron sus últimas nueve series de postemporada, para un balance de 20 juegos ganados y nueve perdidos. Además sumaron dos muy lujosos y brillantes anillos.
En estas fases finales, San Francisco mantuvo una efectividad de pitcheo de 2.18, siendo el equipo de más ponches, con 81. No solo tienen ases inspirados como Madison Bumgarner, el MVP de la Serie de Campeonato de la Nacional, sino que cuentan con un bullpen tan poderoso que se da el lujo de que el otrora brillante Tim Lincecum esté entre los que esperan turno.
También poseen un bateo cruel: a los Cardenales le anotaron siete carreras en las últimas dos entradas de los cinco partidos.