El entrenador español Enrique Rodríguez ni siquiera quiso esperarse a saber lo que era sentarse en un banquillo fuera de su país.
Ayer abandonó Costa Rica en un avión, más rápido que ligero, y acabó sin empezar la posibilidad que le abrió Herediano de poner en su austero currículum su primera experiencia internacional.
Rodríguez, de 67 años, arribó el martes para tomar el cargo que dejó vacante Carlos Watson, pero no llegó a dirigir ningún encuentro pues el miércoles fue Antonio Moyano Meléndez –gerente deportivo del Herediano– quien estuvo al frente en el triunfo sobre Carmelita, 3 a 1, en Grecia.
“Él renunció anoche (el viernes) por lo que pasó con la prensa, se sintió humillado”, informó Aquil Alí, presidente herediano.
“Él no quería quedarse un día más aquí. Yo le pedí que se quedara por lo menos al lunes, pero no quiso”, explicó el dirigente.
El equipo continuará bajo la conducción del también español José Ramón Vecino, director deportivo del Herediano y quien recomentó traer a Rodríguez.
Alí afirmó que Rodríguez vino al país con el deseo de ayudarle al Herediano, “pero cuando vio esa reacción de la prensa no la entendió y prefirió irse”.
El miércoles el Herediano presentó a Rodríguez a los medios, los que cuestionaron la contratación de un técnico con un currículum exiguo, sin ninguna experiencia internacional y que no había superado la Segunda B española.
Por el equipo
De acuerdo con Alí, a Rodríguez lo desanimaron las ácidas críticas y temió que su presencia más bien perjudicara al club.
“Me dolió mucho por él, siento que fue muy honesto con nosotros”, afirmó el jerarca florense.
“No entiendo por qué la prensa actuó así con él. No le dieron la oportunidad de mostrar lo que es capaz de hacer”, añadió.
Alí aceptó estar decepcionado pues, a su juicio, perdieron la ocasión de contar con un buen entrenador, “una gran persona”.
Defendió también la decisión de contratarlo pues dijo que se trata de un formador de jugadores que podía seguir la línea por la que transita el equipo.
Se quejó de que en el pasado llegaron al país otros entrenadores que venían de la Segunda B española y no hubo tanta resistencia como sí la tuvo Rodríguez.
Negó que esta situación deje en evidencia una falta de seriedad suya o del Herediano.
“No es culpa mía (que se haya ido), fue una decisión de él. No es mi responsabilidad”.
Tampoco cree que esto pueda afectar las pretensiones del equipo de ganar este Clausura.
“Para nada, en el pasado hemos tenido golpes más duros que este. Yo les voy a dar la motivación a los jugadores, voy a estar con ellos en todos los partidos”.
Aunque afirmó que una comisión analizará detenidamente la escogencia de un nuevo entrenador, no descartó que Vecino se pueda quedar en el puesto. “Dependerá de cómo le vaya”, dijo.