Durante la inspección se encontraron pistolas, revólveres, fusiles y una subametralladora, entre otras armas, indicó la ministra de Asuntos Penitenciarios, Iris Varela, en rueda de prensa desde La Planta, en el centro de Caracas.
También se hallaron "64.450 municiones (de) diferentes calibres", 69 cargadores para armas largas, 64 de armas cortas, 547 teléfonos celulares, unos seis kilos de drogas, alimentos enlatados y conservas, entre otros objetos, que estaban escondidos en caletas en el suelo y paredes de cemento de la prisión, añadió.
Varela sostuvo que todavía falta requisar un 40% del penal, de donde se trasladaron unos 1.800 reclusos a otros centros penitenciarios tras el motín, mientras 500 más recibieron medidas de libertad.
La ministra responsabilizó a "mafias externas" y a funcionarios "corruptos" de promover el ingreso de armas en los penales del país, donde además se realiza el comercio ilegal de drogas, bebidas alcohólicas y alimentos.
"Yo critico más al corrupto, al traidor, que siendo funcionario público permite esto, ese es el verdadero responsable", expresó la responsable.
Asimismo, Varela admitió que es difícil la situación del sistema carcelario en el país, afectado principalmente por la violencia y el hacinamiento. Según el gobierno, actualmente hay casi 50.000 reclusos, pero la infraestructura carcelaria sólo tiene capacidad para unos 14.000.
"Hay una situación difícil pero no en la mayoría (de prisiones). Nosotros hemos avanzado, hemos hecho requisas y hemos conseguido armamento y hemos logrado tomar el control en varios penales", comentó.
Según organizaciones humanitarias, en las prisiones venezolanas mueren unos 300 reos al año como consecuencia de la violencia.
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