- TOPSHOTS The statue of Manchester United manager Alex Ferguson stands in front of the stadium at Old Trafford in Manchester, north west England on May 8, 2013 on the day that current manager Alex Ferguson announced his resignation. Everton's David Moyes emerged as the early front-runner to replace Alex Ferguson as manager of Manchester United after his fellow Scot announced he was retiring as the boss of the English giants. AFP PHOTO/Paul Ellis (PAUL ELLIS)
Old Trafford se tambaleó el ocho de mayo, cuando sir Alex Ferguson anunció que dejaba el banquillo del Manchester United.
Dos semanas después de conseguir su título número 37 con los Diablos Rojos, el más grande entrenador de la historia del futbol británico decía adiós
Hoy será el punto final, cuando dirija su partido 1.500 ante el West Bronwich Albion, en el cierre de la temporada de la Liga Premier.
Alexander Chapman Ferguson nacido la noche de Año Viejo de 1941, en la localidad escocesa de Govan, cerca de Glasgow.
A los 19 años, el hijo de un constructor de barcos comenzó su modesta carrera profesional como jugador. Fue delantero del Queens Park Rangers, Saint Johnstone, Dunfermline, Glasgow Rangers, Falkirk y Ayr United.
Se retiró en 1974, con dos ligas de la Segunda División escocesa en su palmarés; no tardaría en encontrar su destino como director técnico.
Antes de llegar al banquillo del ManU, dirigió al East Sterlingshire (agosto-octubre 1974), Saint Mirren (1974-1978), Aberdeen (1978-86) y la selección escocesa (en México 86’), pero pocos parecen recordarlo.
Fue en 1983, cuando el modesto Aberdeen derrotó al Bayern Munich y Real Madrid para conquistar la Recopa de Europa, que el Manchester le echó el ojo y lo persiguió hasta contratarlo, tres años después.
Desde su llegada a Old Trafford, Ferguson acumula un impresionante palmarés de 13 ligas inglesas, cinco copas de Inglaterra, cuatro copas de la Liga, un Mundial de Clubes, una Copa Intercontinental y dos Ligas de Campeones, Recopas y Supercopas de Europa.
Han sido 27 años de éxitos deportivos y económicos para unos Red Devils que, en aquel noviembre de 1986, atravesaban uno de los momentos más lamentables de su historia, con casi dos décadas sin ganar la liga inglesa y a solo tres escalones del sótano.
Irrepetible. El primer título llegó cuatro años después de su arribo: una Copa de Inglaterra que marcó el nacimiento de un profesional inigualable, táctico, disciplinado y con un ojo increíble para descubrir talentos.
“El problema con el potencial es que a la gente le cuesta identificarlo. Se les da muy mal. A mí se me da bien, porque he hecho eso toda mi vida. Sé como hacerlo fructificar y creo firmemente en ello. Los jóvenes pueden sorprender si se les da su oportunidad”, explicó un día.
Eric Cantona, David Beckham, Ryan Giggs, Cristiano Ronaldo y Wayne Rooney, son solo algunos de los diamantes que Ferguson supo pulir hasta hacerlos brillar.
Con ellos en la cancha y sir Alex en el banquillo, Manchester United se convirtió en una potencia europea y en uno de los clubes más ricos del mundo, con un valor estimado en $3.170 millones e ingresos anuales de unos $500 millones.
Hoy dará sus últimas órdenes como técnico del United; pero no se irá demasiado lejos.
Continuará como dirigente y embajador del club, mientras en Old Trafford, una estatua de bronce seguirá rindiendo tributo al sir que se convirtió en leyenda.